Editorial

Reformar el sistema previsional

Claramente hay un desajuste entre las expectativas creadas por el sistema de pensiones y la realidad.El actual sistema está lejos de entregar los resultados anunciados al momento de su implementación.

Por: Editorial Diario Concepción 08 de Abril 2021
Fotografía: Copesa

Desde hace varios años existe un clamor por reformar el sistema de pensiones en Chile. Es una discusión absolutamente vigente debido al creciente número de personas que se jubilan con aspiraciones insatisfechas y promesas incumplidas. Es de tal magnitud el descontento que la reivindicación por una reforma se ha convertido en elemento clave de la agenda pública.

De hecho, en el Senado la materia está en manos de la Comisión de Trabajo y Previsión Social, que se encuentra analizando la iniciativa que incorpora modificaciones en el sistema de pensiones solidarias y del sistema de pensiones de capitalización individual, crea nuevos beneficios de pensión para la clase media y las mujeres, crea un subsidio y seguro de dependencia, entre otras indicaciones.

Organizaciones diversas han entregado soporte a los parlamentarios durante la tramitación del proyecto de reforma. Así se supo que, a diciembre de 2019, el 50% de los 985 mil jubilados que recibieron una pensión de vejez obtuvieron menos de $202 mil. De hecho, sin el Aporte Previsional Solidario la pensión sería de $145 mil. Trabajadores y trabajadoras que cotizaron entre 30 y 35 años no están en mejores condiciones: el 50% recibió una pensión menor a $310 mil, valor incluso por debajo del ingreso mínimo mensual.

Por su parte, las Asociación de AFP han señalado que “7 de cada 10 pesos acumulados en una cuenta individual provienen de la rentabilidad obtenida por las AFP; y el promedio de la rentabilidad nominal de los multifondos es de un 17%”.

Claramente hay un desajuste entre las expectativas creadas por el sistema de pensiones y los resultados que entrega la realidad. El modelo forjado en argumentos técnico-económicos no entregó “el fin del drama de los jubilados”, como se pregonaba en los años 80. Tampoco se hizo realidad que, con el 10% de cotización, se permitiría “a un trabajador obtener una pensión cercana a sus últimas remuneraciones”.

Es de esperarse que los cambios en el Ministerio del Trabajo no sean otro obstáculo a entrampar la iniciativa que busca reformar el sistema de pensiones en Chile. Y que el proceso de construcción de una nueva normativa sea fraguado en línea con las demandas ciudadanas, a través de un diálogo colaborativo. El actual sistema está lejos de entregar los resultados previstos.

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