Editorial

Respeto a las normas viales

Debido al contexto de pandemia y la consecuente reducción de la movilidad en 2020, se esperaba una disminución significativa en accidentes y muertes en el tránsito, pero la reducción fue menor a la esperada.

Por: Editorial Diario Concepción 20 de Marzo 2021
Fotografía: ICE Bío Bío

Debido al contexto de pandemia y la consecuente reducción de la movilidad en 2020, se esperaba una disminución significativa en la cantidad de accidentes y muertes en el tránsito. La caída fue menor a la esperada: en comparación a 2019, hubo un 29,2 % menos de siniestros viales en todo el territorio nacional, un 8,5% menos de fallecidos en el tránsito y una disminución de 28% en cantidad de lesionados. Fueron 63.727 siniestros viales, 1.479 fallecidos y 41.567 personas heridas. Lamentablemente, hubo un incremento de los accidentes con ciclistas (25,9% más de víctimas fatales) y motociclistas (19% más de fallecidos) en comparación al año anterior.

Comparando 2020 y 2019, hay menos de 100 fallecidos de diferencia, pese a las cuarentenas y restricciones de movilidad que fueron necesarias para controlar el avance de la pandemia. Para empeorar, aumentaron los accidentes y números de muertes de ciclistas y motociclistas. Según las autoridades, con menor tránsito de vehículos en las calles, muchos conductores no resistieron a la peligrosa tentación de aumentar la velocidad en las arterias de las ciudades. La pérdida del control del auto ha sido la principal causa de accidentes de tránsito mortales, ya sea por imprudencia al conducir, exceso de velocidad o no ajustarse a las condiciones del clima o camino. Conducir bajo los efectos del alcohol o en estado de ebriedad es otra acción irresponsable que responde por muchos accidentes en Chile.

Gracias a iniciativas como la Ley Emilia y de Tolerancia Cero, se castiga severamente a las personas que conducen sus vehículos bajo la influencia de alcohol. Carabineros ha desplegado un intenso trabajo de fiscalización para controlar y sancionar los que se trasladan con velocidad por sobre lo que es permitido por ley. Pero más que nunca es necesario una institucionalidad que concentre herramientas orientadas a disminuir los siniestros viales. Es el caso del proyecto de ley Centro Automatizado de Tratamiento de Infracciones (Cati), que tramita en el Congreso. Las políticas de gestión de velocidad tendientes a detectar la infracción a los límites establecidos es una materia de alta prioridad. Las cifras, en pandemia y en tiempos “normales”, indican que el país necesita de políticas integrales para cambiar la mentalidad de los conductores. El respeto a las normas generales de tránsito se traduce en reducción de muertes y accidentes que dejan a miles de personas lesionadas.

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