Altas temperaturas y quizás descuidos o intencionalidades también incrementaron los incendios en las zonas urbanas. Se han reforzado las acciones de prevención con operativos puerta a puerta, patrullajes y construcción de cortafuegos.
Distintos organismos públicos y privados convocaron a extremar medidas para prevenir incendios, dado que en los próximos días tendremos altas temperaturas en todo el territorio desde Valparaíso a La Araucanía. Una megasequía combinada con falta de lluvias ha resultado en un significativo aumento en la cantidad de incendios forestales, de hecho, en un 12% en la temporada 2020-2021, respecto a la temporada anterior y se ha doblado en comparación al promedio de los últimos cinco años, según cifras de la Universidad de Santiago.
Quizás por efecto de la pandemia y otras materias que han copado la atención del país, los incendios forestales han pasado a un plano casi imperceptible. Pero están ocurriendo y con gravedad. Según datos de la Corporación de la Madera (Corma), “en la temporada 2020-2021, las empresas han combatido más de 4.304 incendios entre las regiones de O´Higgins y Los Lagos (el 50% fuera de su patrimonio), los que han afectado sobre 21.258 hectáreas”.
Más concretamente, sólo entre el sábado 27 de febrero y el lunes 1 de marzo, las empresas forestales estuvieron combatiendo 85 incendios. En promedio, siete incendios por jornada no lograron ser controlados durante el día, extendiendo las labores de combate de los brigadistas a labores nocturnas. Estas cifras exigen respuestas para el combate a los siniestros, pero también acciones preventivas concretas.
Altas temperaturas y quizás descuidos o intencionalidades también incrementaron los incendios en las zonas urbanas. La comuna de Tomé, a modo de ejemplo, ha registrado más de 150 incendios forestales, muchos de ellos en zonas de interfaz como los cerros El Santo, Estanque y California, además de Loma Alta y Coroney. Se trata de un 50% más de ocurrencia, por lo que la Corporación Nacional Forestal ha reforzado sus acciones de prevención con operativos puerta a puerta, patrullajes y silvicultura preventiva, como construcción de cortafuegos.
Se ha desplegado un gran trabajo en la construcción y mantención de cortafuegos en las zonas urbanas, limpieza de fajas en rutas y franjas de tierras que podrían poner en riesgo a la población. Todo, sin embargo, tiene validez minimizada si la ciudadanía no está imbuida en una red de prevención comunitaria.