En un momento tan complicado como el que se vive a nivel regional, sin dudas que el inicio de esta fase es una luz de esperanza más que necesaria para toda la población.
De acuerdo a las palabras de Héctor Muñoz, seremi de Salud, el proceso de vacunación en Biobío se iniciará este miércoles, con personas mayores de 90 años y más, el jueves con quienes tengan de 87 a 89 años, y el viernes con personas de 85 y 86 años. Además, en las tres jornadas se sumará personal salud y grupos específicos de alto riesgo.
Sin dudas, una buena noticia. En la Región, la pandemia sigue entregando números preocupantes -509 casos se reportaron ayer- y, a esta altura, hay gente que ya no comprendió los riesgos que implica este virus. Por ello, que se dé comienzo al proceso de vacunación permite dar una luz de esperanza a toda la población, de que en un plazo no tan extenso la mayoría de la comunidad esté inoculada y se puedan bajar los riesgos de contagios y brotes a todo nivel.
Para que el proceso sea exitoso, es de esperar que las autoridades hayan tomado todas las medidas para que se realice de forma ordenada, organizada, y evitar así cualquier tipo de complicación logística. La oportunidad es muy importante para reenfocar los esfuerzos de todos, y que quienes están en grupos de riesgos puedan tener la posibilidad de un respiro y un apoyo extra en este presente que continúa lleno de dudas e incertidumbres sobre un virus que aún está lejos de ser controlado, pese a que muchas personas no toman conciencia de su peligrosidad.
En forma gradual se comenzará este proceso, que de acuerdo a lo planificado se extenderá hasta el 12 de febrero en su primera etapa. Por lo visto hasta ahora, el compromiso de todos quienes tomarán parte de esta fase es absoluto, tal como ha sido en todas las medidas dispuestas que requieren de un esfuerzo extra, de redoblar energías cuando el panorama es complicado.
Este proceso es otra gran prueba para las autoridades y todos quienes tomarán parte de él. Ojalá que no existan reclamos por la falta de información o por algún dato errado, y que todos los potenciales focos de conflicto que puedan producirse sean reducidos al mínimo. A lo largo de su desarrollo, la pandemia ha demostrado que, más allá de equivocaciones o descoordinaciones, que pueden haber existido, esa solidaridad y empatía que tiene la población chilena sigue presente en buena parte de la ciudadanía. Ahora, también es tarea de todos apoyar este camino de inoculación y que resulte de la manera más exitosa y correcta posible.