Estudios científicos, encabezados por el Premio Nacional de Ciencias Naturales, Francisco Rothhammer, han establecido que la población chilena tiene casi un 4% de genes africanos.
En la sesión número 40 de la Conferencia General 2019, la Unesco adoptó el 24 de enero como Día Mundial de la Cultura Africana y de los Afrodescendientes. Una fecha coincide con la adopción de la Carta para el Renacimiento Cultural de África en 2006 por los Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Africana. Por lo tanto, esta conmemoración intenta también promover al máximo la ratificación e implementación de dicho documento, fortaleciendo así el rol de la cultura en la promoción de la paz en el continente.
En su edición de ayer, en la sección Humanidades, Diario Concepción publicó un reportaje donde se daba cuenta de la importancia de la cultura africana en nuestro país. De partida, estudios científicos, encabezados por el Premio Nacional de Ciencias Naturales, Francisco Rothhammer, han establecido que la población chilena tiene casi un 4% de genes africanos. Por ello, resulta innegable afirmar que los indicios de las huellas africanas permanecen en nuestra materia genética, y que son parte de nuestras costumbres y cultura. Algo que se percibe con mayor claridad en la zona norte, aunque no deja de reflejarse en otras partes de Chile.
Además, los africanos esclavizados son una parte constante de nuestra historia. Celia Cussen, profesora de Historia de la Universidad de Chile, aseguró que sus huelas han quedado en el ADN de la gran mayoría de los chilenos:“acompañaron a Pedro de Valdivia en su entrada en Chile, y luego fueron importados para trabajar en las minas del norte chico, las haciendas cercanas a Santiago y los talleres de la ciudad. Además, muchas mujeres esclavizadas sirvieron a las familias acomodadas y llegaron a formar parte de las dotes de las jóvenes cuando se casaban”,
A nivel cultural, la influencia de las raíces africanas también se percibe con especial énfasis en la Región. Un ejemplo es la llamada Laguna de los Negros, desaparecido cuerpo de agua que estuvo ubicado en la calle Cruz, entre Rengo y Caupolicán. A ella, se cuenta que fue lanzado un grupo de esclavos de Senegal que organizó un motín en el barco carguero Trial, que los transportaba desde Valparaíso hacia el Virreinato del Perú.
Un ejemplo que no hace más que reafirmar la relevancia de la cultura africana en Chile. Una historia que, sin dudas, es digna de conocer y destacar.