Si bien hay muchas críticas a la virtualidad para la cultura y las artes, también hay alabanzas. La experiencia virtual y el aprendizaje tendrán permanencia en el tiempo.
El 2020 fue un año duro para la cultura y las artes, qué duda cabe. De hecho, las artes y los espectáculos estuvieron entre los primeros afectados con la suspensión de actividades presenciales debido a las medidas sanitarias impuestas por la pandemia. Llevar a cabo actividades vinculadas a la cultura y las artes se convirtió en una imposibilidad, y más aún dentro de un panorama que ya venía complejo desde los últimos meses de 2019.
Para seguir en contacto con el público, los creadores debieron recurrir a ingenio y adaptabilidad, como el uso de redes sociales, intervenciones vía streaming, transmisión de presentaciones y espectáculos online, desarrollo de obras artísticas adaptadas a formatos que no estaban previstos hace 1 año.
La experiencia online no reemplaza el contacto directo entre el artista y su público, pero ha sido la forma de contornar el complejo escenario de crisis sanitaria. Así, las manifestaciones artísticas migraron desde las salas de eventos, las exposiciones públicas, las reuniones y talleres grupales hasta las plataformas digitales. Ello trajo también la posibilidad de acceder a públicos más amplios y en distintas latitudes. Para los artistas, fue posible llegar a más personas. Para el público, fue posible acceder a espectáculos locales, nacionales e internacionales que antes no estaban disponibles en la web.
Si bien hay muchas críticas a la virtualidad para la cultura y las artes – precariedad laboral para los creadores, falta de contacto directo con el público, entre otras -, también hay alabanzas. La experiencia virtual y el aprendizaje tendrán permanencia en el tiempo.
La Orquesta UdeC ha desarrollado una temporada sinfónica online y para ello utiliza las redes sociales. Un gran número de presentaciones en diferentes estilos musicales fueron entregados al público durante el 2020. A su vez, la Pinacoteca ofreció el ciclo “Pinacoteca en línea” con diferentes muestras a través de la virtualidad, por las redes de la Dirección de Extensión y Pinacoteca UdeC. El cine nacional también aprovechó la oportunidad a través de la cinta “Tengo Miedo Torero”, que hizo su esperado estreno vía streaming. Las artes escénicas se adaptaron para sacar adelante sus producciones y propuestas mediante la virtualidad, y el Teatro Biobío hizo la temporada TBB en Casa. Fue un año duro para la Cultura, pero hubo grandes avances que se replicarán en 2021.