Editorial

Cierre de termoeléctricas

Si bien el grado de contaminación depende de varios factores, como tecnología y eficiencia de la combustión, calidad y eficiencia de sistemas de abatimiento de emisiones, tamaño de la central y las condiciones climáticas propias de cada zona, lo cierto es que ninguna termoeléctrica no contamina su entorno.

Por: Editorial Diario Concepción 25 de Diciembre 2020
Fotografía: Archivo | Diario Concepción

La confirmación del cierre de la central termoeléctrica Bocamina 1 es una muy buena noticia para la Región del Biobío, y especialmente para Coronel. El cierre definitivo de la central es parte del plan de descarbonización de la matriz energética en Chile y responde a una estrategia nacional que busca terminar con las zonas denominadas “de sacrificio”. Bocamina I es la unidad a carbón más antigua de la compañía y será desconectada del sistema eléctrico nacional. A la vez, el cierre posibilitará a Enel iniciar el proceso para el cierre de Bocamina 2, que debería ocurrir a mediados del próximo año.

Los cierres de estas centrales marcan un hito regional, y se enmarcan en las exigencias medioambientales. Las empresas deben asumir mayores grados de responsabilidad con su entorno, deben estar conscientes del cambio climático y de todas las externalidades de sus operaciones. Es lo que exige la sociedad en su conjunto. En materia energética, se pide una matriz renovable, más económica y amigable con las comunidades locales.

Disponer de centrales energéticas no contaminantes es fundamental para la calidad de vida. Las centrales a carbón lanzan al aire partículas contaminantes que afectan a la salud de personas, animales y plantas. Si bien el grado de contaminación depende de varios factores, como tecnología y eficiencia de la combustión, calidad y eficiencia de sistemas de abatimiento de emisiones, tamaño de la central y las condiciones climáticas propias de cada zona, lo cierto es que ninguna termoeléctrica no contamina su entorno.

Biobío ha entregado buenos ejemplos en los últimos años. Empresas han sido reconocidas por la gestión eficiente de agua, residuos y en el combate a la deforestación. También hubo reconocimientos por las tecnologías implementadas que permiten un ahorro de hasta 60% de combustible en la producción agrícola. Una docena de proyectos de generación eléctrica en varias comunas de la Región exigirán inversión cercana a 65 millones de dólares. Varios millones adicionales para pulsar el hidrógeno verde. Es decir, un gran número de proyectos en evaluación y en etapa de ejecución dan cuenta de las potenciales regionales para un desarrollo sustentable. El camino ya fue señalado: impulsar tecnología económicamente factible, ambientalmente benigna y socialmente aceptada.

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