Editorial

La buena costumbre de ser (o al menos intentar ser) tolerante

La tolerancia consiste en el respeto, la aceptación y el aprecio de la rica diversidad de las culturas de nuestro mundo, de nuestras formas de expresión y medios de ser humanos.

Por: Editorial Diario Concepción 16 de Noviembre 2020
Fotografía: Archivo | Pexels

En el conjunto de fechas que todos los días del año fija el calendario y, en algunos casos, las organizaciones mundiales, esta jornada se conmemora el Día Internacional para la Tolerancia. Una fecha que parece propicia, sobre todo en tiempos donde la intolerancia gana cada día más “adeptos” en las calles, en los centros de debate y qué decir en las redes sociales. Una fecha siempre propicia para meditar sobre nuestro propio comportamiento, el de cada uno, considerando también los importantes procesos políticos y sociales que afronta el país y de los cuales las regiones (nuestra Región) no escapan a ellos.

El Día Internacional para la Tolerancia fue instaurado en 1996, luego que la Asamblea General de la Organización de la Naciones Unidas (ONU) invitara a sus miembros a dar continuidad a la celebración del Año de las Naciones Unidas por la Tolerancia, en 1995, cuando la instancia internacional dio a conocer su declaración en torno al concepto.

“La tolerancia consiste en el respeto, la aceptación y el aprecio de la rica diversidad de las culturas de nuestro mundo, de nuestras formas de expresión y medios de ser humanos. La fomentan el conocimiento, la actitud de apertura, la comunicación y la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión. La tolerancia consiste en la armonía en la diferencia. No sólo es un deber moral, sino además una exigencia política y jurídica. La tolerancia, la virtud que hace posible la paz, contribuye a sustituir la cultura de guerra por la cultura de paz”, dice la ONU en el Artículo 1 de su Declaración de Principios sobre la Tolerancia.

Cuando vivimos tiempos de apertura social; de adopción de ciudadanos de otros países, que por distintas razones han elegido esta tierra para intentar hacer una nueva vida lejos de casa; cuando estamos ad portas de afrontar procesos electorales que podrían cambiar el transcurso de nuestra vida en comunidad y, por lo mismo, deberían prevalecer las ideas por sobre los ataques personales; en momento que afrontamos una de las pandemias más complejas que haya vivido la humanidad y hay quienes cuestionan su procedencia (con más o menos argumentos) olvidando que las personas enferman sin importar lo que crean; vale la pena recordar y/o reflexionar en torno a uno de los conceptos más empáticos que conozca el ser humano.

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