El 78 por ciento marcado por el apruebo y el 79 por ciento por la Convención Constitucional constituyen el inicio de un ciclo que demandará la participación de todas y todos.
Como señaló el presidente del consejo directivo del Servicio Electoral, Patricio Santamaría, el plebiscito celebrado ayer marcó la participación electoral más alta desde 2012. Más de 7 millones y medio de ciudadanos y ciudadanas se sumaron, y una contundente mayoría del 78% votó Apruebo al cambio de la actual constitución. Con ello, se define el comienzo de un proceso constituyente orientado a la elaboración de un pacto social legítimo y representativo.
Si bien todavía es necesario terminar de precisar las últimas cifras de esta histórica jornada electoral, tal como se anticipó, los jóvenes marcaron un punto de inflexión al acudir y contribuir a la aprobación de una nueva constitución y su redacción a cargo de un órgano colegiado, cien por ciento de elección popular como es la Convención Constituyente.
Esta participación juvenil no debe sorprender si se tiene en cuenta que este proceso, en realidad, comenzó con los estudiantes secundarios que saltaron los torniquetes del metro en Santiago y continuó con las masivas manifestaciones de chilenos y chilenas en las distintas ciudades del país.
De modo muy similar a lo ocurrido en 1988, este plebiscito se tiñó de mística y la proyección de un aire fresco que ingresará en los espacios de participación ciudadana que necesitarán de la energía y sueños de nuevos rostros, lo que fue claramente marcado por el contundente apoyo a la Convención Constitucional, manifestado también entre los votantes del rechazo, indicación prístina de los deseos ciudadanos por reemplazar la clase política actualmente vigente.
En este contexto, a partir de hoy, comienza otro proceso que no solo permitirá recoger las aspiraciones de los jóvenes, sino de toda la sociedad chilena que ha puesto otra vez las esperanzas en un plebiscito, del mismo modo como lo hizo en el 88, con el referéndum que terminó con la dictadura.
El 78 por ciento marcado por el apruebo y el 79 por ciento por la Convención Constitucional constituyen el inicio de un ciclo que demandará la participación de todas y todos. De ello depende que este proceso constituyente culmine en un país más justo, solidario, igualitario y democrático.