Editorial

La ética del bien común

Ese es el trasfondo de las manifestaciones que hoy cumplen un año: la búsqueda permanente de una ética para el beneficio de todas y todos.

Por: Editorial Diario Concepción 18 de Octubre 2020
Fotografía: Carolina Echagüe

Hace un año, millones de chilenas y chilenos iniciaron un proceso de cambios en la búsqueda de un país distinto. Comenzó con manifestaciones por el alza en la tarifa del sistema público de transporte de Santiago, que luego se propagaron a todas las regiones de Chile para, finalmente, convertirse en petitorios que exigían cambios en la economía, en el sistema de pensiones, en los precios elevados de fármacos y tratamientos de salud, además de expresar el rechazo generalizado a gran parte de la clase política.

Desde entonces, hubo avances en distintas materias vinculadas a las demandas de la ciudadanía, pero el proceso no ha finalizado. Hay grandes desafíos en el ámbito social, político, económico, ambiental, cultural y un largo etcétera. Y todo apunta a una visión macro: la búsqueda permanente del bien común, de un país inclusivo, igualitario, justo. Se entiende que la dignidad de una persona implica la búsqueda de ese bien común, puesto que un individuo no puede realizarse en forma aislada. No puede prescindir de los demás.

En la práctica, se trata de perseguir una ética para el beneficio de todas y todos, un concepto general que puede ser entendido como todo lo que puede beneficiar a la ciudadanía en los más diversos aspectos. El bien común se relaciona con el bien de la comunidad y de las personas que forman parte de la misma, en una visión clásica o aristotélica. Con tiempo, Tomás de Aquino incorporó otros aspectos a la ecuación, como la afirmación de que el bien común nace y es responsabilidad primordial del gobierno. Más recientemente, aparecieron visiones que contraponen el individuo al colectivo. Cualquiera que sea el caso o teoría que se adopte individualmente, el bien común, por definición, no puede alejarse del concepto de comunidad, tampoco diferir del bien humano. La ética del bien común se funde en la lealtad de las personas y las relaciones entre éstas y que en ciertas tribus africanas se llama Ubuntu: yo soy porque todos somos.

Ese es el trasfondo de las manifestaciones que hoy cumplen un año: la búsqueda permanente de una ética para el beneficio de todas y todos. En esta edición recordamos el proceso que se inició, los avances y los retos para el país que tiene, en el próximo domingo 25 de octubre, la oportunidad manifestarse a través del voto.

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