Estas iniciativas contribuyen a mejorar la nutrición y evitar el desperdicio de alimentos al recuperar aquellos productos que, si bien siguen siendo aptos para el consumo humano, no pueden ser comercializados.
Según estimación de la Organización de la Naciones Unidas, 820 millones de personas padecen hambre en todo el mundo. A la vez, van literalmente a la basura cerca de 1.300 millones de toneladas de alimentos al año. En América Latina y Caribe, se pierde cerca del 11% de los alimentos producidos para el consumo humano.
Los especialistas coinciden en que el problema tiene raíces económicas, culturales, sociales y de comportamiento de los individuos, entre otros factores. Evitar la pérdida y desperdicio de alimentos requiere de cambios y de educación: hay mala planificación de las compras domésticas, como también desconocimiento sobre cómo sacar partido a los alimentos en una variedad de recetas.
En este escenario, ganan relevancia las iniciativas orientadas a minimizar los desperdicios. Una de ellas es el Banco de Alimentos Biobío Solidario, que rescata alimentos de alto valor nutricional y que son aprovechados por familias en situación de vulnerabilidad. Con el trabajo coordinado de al menos 60 organizaciones sociales y un largo listado de empresas, se ha logrado entregar alimentos a 31 mil personas en los últimos 6 años. Mega Centro, Vega Monumental y Frío Pacífico son algunos de los centros de acopio que han aportado fuertemente a esa iniciativa. Empresas del sector alimenticio han entregado su aporte mensual, entre ellas, Colun, Watt’s, Surlat, Nestlé, Frutemu y muchas más.
El programa Banco de Alimentos del Mar también ha impulsado una campaña para evitar el desperdicio de alimentos y ha logrado entregar a las familias toneladas de productos. El programa permite trasladar los alimentos congelados hogares de niños y adultos mayores, familias beneficiarias del Banco de Alimentos, comedores sociales y otros puntos de distribución. Ello, con el apoyo de empresas como Camanchaca, Blumar, Orizon, Pacific Blu, Landes, FoodCorp y Pacific Blu.
Estas iniciativas contribuyen a mejorar la nutrición y evitar el desperdicio de alimentos al recuperar aquellos productos que, si bien siguen siendo aptos para el consumo humano, no pueden ser comercializados. Es importante que más empresas se sumen a estos programas solidarios. A que eviten desechar los productos aptos para el consumo humano, sino que su primera opción sea el banco de alimentos.