En la situación de aislamiento, hay que buscar fórmulas para acercar a quienes se encuentran alejados de familiares, amigos y seres queridos. Las tecnologías entregan buenas herramientas.
Reportaje publicado por Diario Concepción el sábado 26 abordó una temática que no suele figurar en el noticiero diario sobre la pandemia: el impacto del confinamiento en niñas, niños y adolescentes. Estos tres grupos no están entre los de mayor riesgo de contagio por coronavirus, tampoco copan las estadísticas de pacientes con Covid-19. Quizás por lo mismo, otros rangos etarios están en el centro de la pandemia, dadas las repercusiones generadas en las familias cuando padres, madres y adultos mayores se enferman.
Para los especialistas, sin embargo, la salud mental de niñas, niños y adolescentes en cuarentena debe ser una preocupación constante. El distanciamiento físico y social y la falta de interacción con familiares y amigos provoca cambios tan drásticos en sus rutinas que niñas, niños y adolescentes pueden verse afectados por la falta de motivación, problemas de concentración, miedo por la contingencia, ansiedad e incluso insomnio.
Es por ello que los especialistas recomiendan la utilización de los recursos disponibles para promover la interacción social. Por ejemplo, las tecnologías que permiten el encuentro, el diálogo y la recreación en conjunto. Padres y madres tienen hoy la posibilidad de organizar reuniones de esparcimiento por videoconferencia como también permitir actividades de contacto social entre pares “entendiendo la relevancia que el contacto social tiene en el desarrollo y bienestar de los hijos, junto a la posibilidad que existe de desplegarlo en espacios distintos al presencial”, detalló el artículo elaborado por la periodista Natalia Quiero Sanz.
Como consejos fundamentales en el uso de las nuevas tecnologías, el psicólogo clínico infantil Pablo Vergara, académico del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina de la Universidad de Concepción, detalla la importancia en instruir a los niños, conversar sobre los riesgos y también respecto a las “ventajas de usar bien la tecnología, enfatizar el sentido social y afectivo de las interacciones, y así también poner reglas en relación a horarios, sitios donde se pueden usar las tecnologías e incluso la disposición de la pantalla”, entre otros aspectos. Es decir, en la situación de aislamiento, hay que buscar fórmulas para acercar a quienes se encuentran alejados de sus familias y seres queridos. Para niñas, niños y adolescentes, los mayores riesgos de esta pandemia suelen ser los efectos negativos del confinamiento.