Reducir el impacto ambiental del uso de los elementos de protección personal es uno de los objetivos de la Mesa Social, impulsada por las Seremis de Ciencias y Medio Ambiente, y que cuenta con el apoyo de la Unidad de Desarrollo Tecnológico de la Universidad de Concepción.
En las primeras semanas, la pandemia de Covid-19 entregó un descanso al planeta. Dadas las medidas restrictivas y de confinamiento, hubo menor emisión de contaminantes, disminución de residuos y desechos en el medioambiente. Los canales con aguas transparentes en Venecia quedarán entre las imágenes más significativas de ese periodo.
Lo que nadie se imaginaba era que la propia pandemia traería problemas ambientales asociados. El mundo se ha visto obligado a fabricar -y utilizar en tiempo récord- millones de mascarillas, pantallas acrílicas, lentes, guantes, entre otros elementos de protección personal, con el objetivo de frenar el contagio por el coronavirus. Según los especialistas, más de un 99% de los materiales que se ocupan en la elaboración de estos productos contra la Covid-19 no son biodegradables.
El problema se agudiza cuando hay cierta despreocupación por la deposición de estos elementos de protección personal. Se ha informado que las alcantarillas y las estaciones de bombeo de aguas pluviales se obstruyen con guantes de látex y máscaras faciales, puesto que muchas personas están deshaciéndose de ellos en los inodoros. En Chile, millones de estos productos son desechados diariamente, y un importante porcentaje no es depositado de la forma que se esperaría y que facilitaría un correcto reciclaje o deposición final.
La cultura del reciclaje quedó en un segundo plano ante la emergencia sanitaria. Chile además no cuenta con una normativa de reciclaje o separación de la basura domiciliaria, por ende, no hay incentivo legal para clasificar y disponer los residuos separadamente. Tampoco la recolección selectiva de la basura, ni una gestión integrada como política de Estado. Es una materia que descansa en la voluntad de cada ciudadano: puede depositar los residuos de manera indiscriminada, o buscar formas ecológicas y sustentables.
Reducir el impacto ambiental del uso de los elementos de protección personal es uno de los objetivos de la Mesa Social del Gobierno Regional, impulsada por las Seremis de Ciencias y Medio Ambiente, y que cuenta con el apoyo de la Unidad de Desarrollo Tecnológico de la Universidad de Concepción. Es un buen comienzo: la asociatividad público-privada para el cuidado del medioambiente es fundamental. De esa experiencia podrían nacer iniciativas replicables en todo Chile.