Al rodearse de personas del mismo espectro político, ideológico y cultural, el gobierno ha perdido la conexión con la realidad de la mayoría de los chilenos.
El Presidente Sebastián Piñera anunció un nuevo plan de protección a la clase media. Con el propósito de que el Congreso rechace el proyecto que permitiría retirar el diez por ciento de los ahorros previsionales, el mandatario anunció la entrega de una transferencia directa de 500 mil pesos no reembolsables. Es decir, un bono que debería ser entregado a los trabajadores para hacer frente a los efectos de la pandemia en Chile. “Este aporte se pagará diez días después de aprobada la ley e incluirá a los trabajadores ocupados, desocupados, suspendidos, cesantes, y por cuenta propia”, explicó el jefe de Estado.
El último anuncio presidencial es parte de una seguidilla de planes y programas de ayuda financiera que el gobierno ha impulsado en los últimos meses. Todos apuntan a lo mismo: abrir la billetera fiscal, pero en ningún caso conceder medidas más estructurales que la ciudadanía ha exigido en las calles. Esa conducta de La Moneda ha reforzado los argumentos – tanto en el ámbito interno como en el extranjero- de que el gobierno chileno se ha desconectado de la población. Al rodearse de personas del mismo espectro político, ideológico y cultural, el gobierno ha perdido la conexión con la realidad de la mayoría de los chilenos.
En 2019, Chile fue escenario de una ola de descontento que se hizo visible en las calles a través de protestas que cruzaron el país. Las respuestas entregadas por el gobierno apuntaron a las arcas del Estado. “La única causa tangible de los disturbios fue la incapacidad total del gobierno chileno de ir más allá de las hojas de cálculo y hablar con su gente”, sostuvo en un reciente artículo la revista estadounidense National Review.
La respuesta a la pandemia se ha mantenido con el mismo padrón. Para enfrentar los problemas económicos generados por la crisis sanitaria y las medidas restrictivas, el gobierno ha trabajado en la entrega de cajas de alimentos y apoyo económico-financiero para personas y empresas. Si bien son medidas paliativas y que pueden tener efectos positivos, son de corto plazo, tienen fecha de vencimiento y no abordan los problemas de fondo. A todas luces, soluciones parche. De seguir así, lo más probable es que en un par de semanas tengamos noticias de un nuevo plan o programa de protección. Pero anunciar es una cosa, otra es convertir el anuncio en ley y luego hacer llegar los recursos.Mientras, pasa el tiempo y las reformas no se implementan.