Editorial

La necesaria credibilidad

El comportamiento de pandemia es dinámico y, por ende, las políticas para enfrentarla deben ajustarse a una realidad cambiante. Pero lo anterior no puede dar lugar a la improvisación. No con la salud de millones de chilenas y chilenos.

Por: Editorial Diario Concepción 12 de Junio 2020
Fotografía: Minsal

A 100 días de que se reportara el primer caso de Covid-19 en Chile, el país ha superado los 200 mil infectados, más de 2.500 muertos a causa de la enfermedad, y va acercándose a los 6 mil nuevos casos diarios, según información oficial del Ministerio de Salud. Las cifras, que por sí solas son motivo de gran preocupación, han provocado airados debates debido a cambios de metodología para el conteo, dificultades para procesar los datos, retrasos y errores de distintas naturalezas.

Es absolutamente deseable que la autoridad haga todos los ajustes necesarios para la entrega de información veraz, necesaria en todos los ámbitos de la sociedad. A diario se mide el avance del coronavirus en Chile y en el mundo a través de los casos confirmados para Covid-19, fallecidos y recuperados. Cuando las cifras presentadas por las autoridades revelan grandes variaciones, sin fundamento aparente, se genera desconfianza en la ciudadanía.

Es el caso del número de fallecidos, que pasó a ser recopilado con base en el Registro Civil y no a partir de la información entregada por los recintos hospitalarios, que era la metodología anterior. Cualquier modificación en una materia tan sensible debe ser realizada con toda la transparencia, sin asomos de soberbia, y con la máxima información posible respecto a las razones que motivaron la alteración metodológica. En mayo se anunciaron “ajustes” en los parámetros de las mediciones utilizadas para atribuir fallecimientos a la Covid-19. Desafortunadamente, el cambio no alcanzó a durar 15 días. Esta semana, el país fue sorprendido con nuevas modificaciones en la contabilidad de los decesos.

El problema de fondo es evidente: una inevitable danza de números que pone en jaque no solamente la credibilidad del sistema para registrar la evolución de la pandemia, sino que al país en el concierto internacional. Chile ha sido respetado siempre por la solidez de sus instituciones, por los números, cifras y estadísticas que entrega al mundo. Ello conlleva el respecto de los demás países, pero también, y sobre todo, es un factor decisivo para la confianza interna. El comportamiento de pandemia es dinámico y, por ende, las políticas para enfrentarla deben ajustarse a una realidad cambiante. Lo anterior, sin embargo, no puede dar lugar a la improvisación. No con la salud de millones de chilenas y chilenos.

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