Editorial

Respeto y gratitud a la primera línea

Estos hechos son una carga adicional a los que están en la primera línea frente a la Covid-19. Un gravamen que el personal de salud debe asumir, como si no fuera suficiente la pandemia.

Por: Editorial Diario Concepción 19 de Mayo 2020
Fotografía: Agencia UNO

Una mezcla de ignorancia, temor, falta de empatía y desinterés por los demás. Esa podría ser una buena definición para hechos de discriminación e incluso violencia en contra de profesionales de la salud.

La mayoría de los ciudadanos, en distintos países afectados por la pandemia, entrega un trato de héroes a los trabajadores de la salud. Pero también hay quienes actúan con hostigamiento y discriminación hacia personas que han expuesto su salud personal para luchar contra el coronavirus. Han provocado indignación una serie de hechos lamentables ocurridos en México, Argentina, Brasil y también en Chile. En comunas del Gran Santiago hubo episodios en que a los profesionales de la salud se les prohibía utilizar espacios comunes en edificios y condominios cerrados. En otro caso, estos profesionales fueron coartados a no utilizar el ascensor, y a tomar medidas más extremas de higiene para depositar la basura domiciliaria o al momento de ingresar a sus lugares de residencia. En Puerto Varas, vecinos buscaron impedir que personal de una clínica estacionara sus vehículos cerca de sus viviendas.

Estos hechos son una carga adicional a los que están en la primera línea frente a la Covid-19. Un gravamen que el personal de salud debe asumir, como si no fuera suficiente el cansancio laboral, el temor de transmitir el virus a la familia. Quienes discriminan a estos profesionales seguramente desconocen que son precisamente ellos los que exacerban las medidas de prevención. No son estos profesionales los que circulan por la ciudad desprovistos de mascarillas y guantes, tampoco son los que realizan fiestas o eventos sociales que no están permitidos.

Todo ese panorama de estrés podría desencadenar el síndrome de Burnout en los profesionales de la salud. De hecho, un artículo publicado en la edición de ayer de Diario Concepción reveló que ya está pasando en Bío Bío: el personal de clínicas y hospitales locales comienza a mostrar señales de agotamiento, somatización e insomnio, entre otros síntomas. Como el sector salud tiene una mayor presencia de mujeres, son ellas las que han padecido la mayor carga y están más expuestas al Burnout. Quienes muestran una actitud solidaria y están preocupados por garantizar la atención en salud para todos, merecen respeto y gratitud.

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