Debido a las medidas restrictivas y de confinamiento frente a la Covid-19, la cultura del reciclaje quedó en un segundo plano. Pero es necesario insistir en prácticas más ecológicas.
El 17 de mayo fue establecido por la Unesco como el Día Mundial del Reciclaje. Un hito que busca crear consciencia sobre la urgente necesidad de reducir, reutilizar y reciclar, de modo a proteger y preservar el planeta en que vivimos. La efeméride celebrada hoy tuvo origen en la triste constatación de que la contaminación del medio ambiente ha llegado a niveles insostenibles con la salud de todos los seres vivos.
De hecho, la contaminación puede ser considerada otra pandemia. Una que ha comenzado hace más de un siglo y que va en aumento en todos los continentes. Según el Banco Mundial, las ciudades del mundo generan el equivalente a 0,74 kg de basura por persona al día de basura, en promedio. En América Latina la tasa media de generación de basuras es más alta, llegando a 0,87 kg al día. Y Chile es el mayor generador de basura per cápita en Sudamérica, con 1,15 kilos por persona al día. Son más de 7,5 millones de toneladas anuales de residuos que son depositados en vertederos o rellenos sanitarios. De esa cantidad de desechos, sólo se recicla un 1,5%, según el Cuarto Reporte del Estado del Medio Ambiente 2018, del Ministerio del Medio Ambiente.
Otro factor importante es que Chile no cuenta con una normativa de reciclaje o separación de la basura domiciliaria. Por ende, no está masificada la clasificación y disposición de los residuos separadamente. Menos aún la recolección selectiva de la basura, de modo a separar sólidos de orgánicos en su destino final, ni una gestión integrada como política de Estado. Los ciudadanos que clasifican y separan los residuos en los hogares asumen el compromiso de ir a dejarlos en los puntos de recolección para papeles, vidrios y plásticos.
Debido a las medidas restrictivas y de confinamiento frente a la crisis de la Covid-19, la cultura del reciclaje quedó en un segundo plano. Pero es necesario insistir en prácticas ecológicas, hábitos, acciones y compromisos por proteger en entorno. Prácticas que se pueden compartir, enseñar y motivar a otros a adoptarlas. En medio de la actual pandemia, en todo el mundo, se ha visto cómo la contaminación ha caído a niveles históricos._Cielos despejados en grandes ciudades, canales y ríos con aguas limpias, animales que han regresado a su hábitat natural. Depende de nosotros que el paisaje no vuelva a cubrirse de contaminantes.