Editorial

El éxodo de militantes en los partidos políticos

Cabe preguntar, dónde está la falla que ha permitido la caída libre de los partidos, instancias necesarias para la discusión y el debate político, económico y social de un país.

Por: Editorial Diario Concepción 15 de Febrero 2020
Fotografía: Archivo | Agencia UNO

Uno de los hechos noticiosos que marcó el 2019, particularmente en la política regional, fue la renuncia del ex intendente del Bío Bío, Rodrigo Díaz, a su militancia en la DC, partido en el cual llevaba media vida. Claro, lo destacado de la decisión de quien también fuera concejal de Concepción tenía relación con la carrera electoral por la gobernación regional, instancia inédita que se desarrollará en octubre de este año y donde Díaz, pese a su dimisión partidaria, sigue siendo una eventual carta.

Entre sus argumentos, la otrora máxima autoridad regional deslizó una fuerte crítica al actuar de los partidos políticos sin mencionar a ninguno en particular, pero realizando una evaluación general de todos ellos. Así, ahondó en el trabajo interno, en la relación de unos con otros y hasta la falta de audacia para poder captar las necesidades del electorado, del ciudadano de a pie.

La renuncia de Díaz no fue única. Hubo otras que pasaron inadvertidas, quizás, por la menor visibilidad mediática de sus protagonistas. Un ejemplo fue el sociólogo Manuel Rodríguez, histórico militante socialista, que dejó las huestes partidarias, aunque con matices, arguyendo razones similares a las de Díaz. Por cierto, la lista es bastante más larga. Basta recordar, a nivel nacional, el masivo exódo de militantes de Convergencia Social, encabezado por el alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, quien manifestó diferencias por cómo se zanjó el Acuerdo por la Paz y una Nueva Constitución que, a su vez, dio origen al plebiscito de abril próximo.

A partir del denominado estallido social, la renuncias a partidos se han intensificado. Según cifras del Servicio Electoral, conocidas estos días a través de publicaciones nacionales, cerca de 14 mil 700 personas han renunciado o se han desafiliado de su militancia. Los datos abarcan el periodo comprendido entre el 18 de octubre y el 31 de enero, y se trata de una fenómeno transversal. En el último año, y solo por citar algunos partidos, abarcando todo el espectro, el PS perdió 2 mil 900 militantes; la DC, 1.900; la UDI, 2 mil 800; RN, 3 mil 200; RD, 3 mil 300; y el PC, 1.300.

Cabe preguntar dónde está la falla que ha permitido la caída libre de los partidos, instancias necesarias para la discusión y el debate político, económico y social de un país. Las respuestas, provenientes de algunos ex militantes, parecen estar en manos, justamente, de los propios partidos.

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