Editorial

Para que dejen de estar sólo en los discursos

La mortandad de las Pymes es un asunto vital para el país, puesto que las empresas de menor tamaño generan empleo, arraigo local y agregan valor a productos y servicios.

Por: Editorial Diario Concepción 11 de Enero 2020
Fotografía: Romilio Pasmiño G.

De acuerdo con el último informe de la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento, la Región del Bío Bío ocupó el segundo lugar en quiebras de empresas en 2019. Tanto en quiebras de empresas como de personas, Bío Bío se ubicó después de la Región Metropolitana que, por la grandeza de sus números, lidera las estadísticas. La posición de Bío Bío es aún más preocupante si consideramos que la mortandad de las empresas afecta principalmente a las compañías de menor tamaño, las llamadas Pymes.

Los números son elocuentes. Alrededor del 80% de las Pymes fracasa antes de los cinco años y el 90% de ellas no llega a los 10 años. Según el estudio “¿Cómo nacen las Pymes chilenas?” del Ministerio de Economía, Fomento y Turismo, tres cuartas partes de las empresas fueron creadas como microempresas y sólo el 40% logra mantenerse al menos siete años. El 60% de estos negocios logra pasar el período conocido como “valle de la muerte”, en referencia a los tres primeros años, caracterizados por una posible baja productividad y probabilidad de desaparición. En el caso de las pequeñas empresas, el 80,8% logra superar el “valle de la muerte”, mientras que las medianas, un 86,2%. Entre las grandes, un 89,5% sobrevive. En otras palabras, la supervivencia de las empresas aumenta de acuerdo a su tamaño.

La mortandad de las Pymes es un asunto vital para el país, puesto que las empresas de menor tamaño generan empleo, arraigo local y agregan valor a productos y servicios. Está demostrado que la construcción de un sólido tejido productivo está sustentada en pequeñas y medianas empresas articuladas en una cadena de generación de valor con las empresas grandes. Además, esa cadena debe articularse con los centros de conocimiento, generación de I+D+i y transferencia tecnológica.

Por parte del Estado, es cierto que se han generado iniciativas favorables en materias de políticas públicas, como la mayor cantidad de garantías de Corfo. Estas medidas, sin embargo, impactan menos del 10% de las empresas de menor tamaño. Por los costos que las quiebras causan al país, en términos de empleo, de poder adquisitivo de la población, de finanzas (deudas por pagar) y tributarios, urge implementar políticas específicas y duraderas para las Pymes. Para que, finalmente, estas empresas dejen de estar sólo en los discursos.

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