En agosto de este año se movilizaron por los puertos de la Región del Bío Bío un total de 3.005.199 toneladas de carga, cifra que exhibió una expansión de 11,4% en doce meses, según lo informado por el INE.
Por cotidiano, se suele olvidar que cerca tenemos el mar, el cual, según las modernas tendencias de eficiencia y protección ambiental, parece cada vez más promisorio como la gran carretera de nuestro país para el transporte del tercer milenio. Aunque ha sido siempre así, desde antes del comienzo de la historia, ahora, con las nuevas tecnologías puede recibir un nuevo impulso, especialmente en nuestra región.
En agosto de este año se movilizaron por los puertos de la Región del Bío Bío un total de 3.005.199 toneladas de carga, cifra que exhibió una expansión de 11,4% en doce meses, según lo informado por el INE. El resultado positivo que obtuvo la carga efectiva regional fue consecuencia del mayor movimiento de los servicios de cabotaje y desembarcada desde el exterior, no así en lo relativo a embarques hacia el exterior que presentaron una baja en igual periodo.
Recientemente, el Ministerio de Economía lanzó la Agenda de Reimpulso Económico para promover la competitividad del sector, se espera abrir el cabotaje para naves extranjeras cuyo peso muerto supere cierto umbral de toneladas, para resguardar el mercado competitivo en la zona sur austral y fomentar la competencia en los mercados de grandes volúmenes de cargas. Sobre todo, pensando que en Bío Bío la actividad portuaria es muy potente dada su capacidad exportadora e importadora.
Para el ministro de Economía, esta iniciativa consiste en revisar ciertas regulaciones impositivas aplicables a las naves extranjeras dispuestas por la legislación chilena, de tal forma de equiparar cargas tributarias para permitir el ejercicio del cabotaje en Chile bajo condiciones de mercado y eliminar barreras de entrada artificiales, aumentando de esa manera la competencia en ese mercado.
La propuesta es convertir el mar nacional en una verdadera carretera, donde puedan circular, llevar y traer mercancías desde los distintos puertos chilenos, con rebaja relevantes de los costos de los fletes que permitiría educir de precios de los productos para los consumidores, además de contar con un transporte más seguro y más amigable con el medioambiente.
Para los puertos de la Región es esta una oportunidad importante de transformase en la puerta de salida de los productos del sur de Chile, así como un conveniente punto de ingreso con parecido destino o como parte de un futuro corredor interoceánico. De parecida manera, además de su elevado estándar para transporte de mercaderías, tiene la posibilidad, ya probada en limitada medida, para agregarse a las rutas turísticas internacionales, que con las nuevas normativas hacen posible que cruceros extranjeros sobre 400 pasajeros puedan operar en aguas nacionales.
En esa línea, el gerente general de la Empresa Portuaria Talcahuano-San Vicente, estima que la comuna de Talcahuano podría recibir la visita de unos cuatro cruceros durante el próximo año, como actividad inicial, aprovechando la habilitación de Carriel Sur como aeropuerto internacional.
El comercio ha sido el principal destino de nuestros puertos, se abre una ventana para el turismo y con ella un importante desafío para convertir a la Región del Bío Bío en destino y no solamente una estación de paso. No es una tarea imposible, pero requiere de la sinergia de muchos actores y la disposición de actuar de común acuerdo por quienes tienen claridad en las nuevas perspectivas de desarrollo y progreso regional.