En los campamentos de la Región viven 6.346 familias o 15.582 personas. La mayoría de ellos ubicados en la provincia de Concepción, con 90 asentamientos irregulares, concentrados principalmente en las comunas de Lota y Talcahuano, seguidos por las ciudades de Concepción y Tomé.
Debe ser parte del ritual político el uso imaginativo de eufemismos, aunque hay que reconocer su capacidad para enmascarar la realidad y transformar los hechos negativos en situaciones tolerables. Asentamientos irregulares es un ejemplo de esta modalidad de comunicación.
En un documento publicado por el Centro de Desarrollo Urbano Sustentable, CEDEUS,- un organismo que realiza investigación y diálogo relacionado con las ciudades chilenas y sus procesos para desarrollo sustentable-, si bien existe en Chile una exitosa política de vivienda social en cuanto a producción cuantitativa y una activa acción de saneamiento de campamentos por parte del Estado, los asentamientos informales siguen en aumento.
Los campamentos actuales en Chile son reflejo de un fenómeno más complejo que el asentamiento informal tradicional, mediante los cuales fueron creciendo las ciudades, son más bien espacios receptores de quienes han sido expulsados, o que no aceptan vivir en las condiciones que les ofrece la ciudad de ahora. En efecto, la investigación social revela que las preferencias de los habitantes de asentamientos están vinculadas al acceso a la vivienda y su localización en la ciudad, ya que en general se encuentran mejor ubicados que en la vivienda social a la que podrían acceder.
Un aspecto relevante de este segmento desfavorecido de las ciudades, es que suelen tener una o varias de las carencias definidas por la ONU para establecer la necesidad y obligación social de su erradicación, en los siguientes aspectos; acceso a agua potable, acceso a instalaciones sanitarias, vivienda digna sin hacinamiento, durabilidad estructural de la vivienda y derecho de tenencia.
En nuestra región, según el último catastro de campamentos que realizó el Ministerio de Vivienda, todavía existen 131 asentamientos irregulares. De este total, el 96% está emplazado en una zona de riesgo vinculado a desastres de inundación, incendios o actividad volcánica. En relación a los riesgos, la mayoría de ellos, 129, tienen riesgo de incendio forestal por la cercanía a sectores donde éstos ocurren, seguidos por aquellos ubicados en zonas con alto riesgo de inundación.
Según esta misma fuente, en los campamentos de la Región viven 6.346 familias, o 15.582 personas, en 22 comunas. La mayoría de ellos ubicados en la provincia de Concepción, con 90 asentamientos irregulares concentrados principalmente en las comunas de Lota, con 24 y Talcahuano, 21, seguidos por los 13 en cada una de las ciudades de Concepción y Tomé.
El director regional de Serviu resume líneas de acción que se han propuesto ante esta demanda, las cuales inciden directamente en los problemas que han hecho urgentes las definiciones de planos reguladores urbanos, el concepto de densificación racional y la integración urbana, cómo hacer las ciudades con la mayor equidad posible para todos quienes las habitan y cómo hacer más accesibles los servicios y recursos a toda la ciudadanía.
Si se tiene en consideración la experiencia acumulada, hay aspectos de participación, accesos, dignidad e inclusión, que operan con fuerza en las soluciones que se implementen, ignorarlos es instalar un escenario para su predecible y continuo recrudecimiento. La ciudad tiene que seguir creciendo para todos, sin pobladores extramuros, es un desafío complejo, pero de igual manera insoslayable.