Editorial

La producción sustentable de energía

Reducir en 40% las emisiones de gases para el año 2030, con respecto a niveles de 1990, sólo puede ser posible con una firme descarbonización del sector energético y un mayor incremento del consumo de energía renovable.

Por: Editorial Diario Concepción 26 de Julio 2019
Fotografía: Agencia UNO.

Tener o no tener energía puede ser toda la diferencia en el mundo por venir, no se trata sólo de tenerla, ese es el resguardo, se trata de tener fuentes de energía que no resulten lesivas para el ambiente. Esa última condición establece niveles muy altos de exigencia y deja fuera del marco las fuentes tradicionales, particularmente los combustibles fósiles, la única fuente masiva de energía hasta no hace demasiado tiempo.

La tendencia actual identifica a la energía solar termoeléctrica como capaz de suministrar el 6% de la demanda de electricidad global en 2030 y alcanzar el 12% en 2050, si se dan las condiciones adecuadas, según el informe Energía Solar Termoeléctrica, Perspectiva Mundial elaborado por Greenpeace Internacional, SolarPaces y la Asociación Europea de la Industria Solar Termoeléctrica.

El objetivo de tener energía limpia y que pueda ser despachada ininterrumpidamente, es uno de los grandes desafíos que ha abordado la industria eléctrica en los últimos años. Se asocia al proyecto mayor de limitar la temperatura global a 1,5º C con metas del 40% de reducción de emisiones de gases para el año 2030, con respecto a niveles de 1990, lo que sólo puede ser posible con una firme descarbonización del sector energético y un mayor incremento del consumo de energía renovable.

En nuestro país se encuentran en pleno y rápido desarrollo alternativas viables, como las baterías de litio que permitiría guardar hasta 250 MW y la concentración solar de potencia. Esta última tecnología funciona, a grandes rasgos, redirigiendo la radiación solar mediante heliostatos a una torre con sales fundidas que, al ganar temperatura, generan vapor que mueve turbinas, de esta manera, pueden funcionar tanto de día como de noche.

El proyecto Cerro Dominador, en María Elena, utiliza la inmejorable radiación solar que existe en el desierto de Atacama, cuenta con 7 mil cristales que apuntan a una torre de 250 metros, la segunda edificación más alta del país -luego del Costanera Center-, donde se genera electricidad. Se trata una planta fotovoltaica de 100 MW más una unidad termosolar de 110 MW y 17,5 horas de almacenamiento térmico. La unidad contará con 10.600 heliostatos, con una superficie total para el campo solar de más de 700 hectáreas.

La iniciativa será una de las destacadas en la Conferencia COP25, por aportar a la renovación de la matriz energética, para avanzar en la eliminación del carbón de la matriz energética a 2040, ya que se estima que evitará la emisión de cerca 640 mil toneladas de dióxido de carbono, identificado como factor decisivo en el fenómeno de calentamiento global, una cifra equivalente al retiro de 357 mil automóviles. Se espera que la planta comience su marcha blanca en diciembre y que en mayo del próximo año se pueda comenzar a inyectar electricidad al Sistema Interconectado Nacional.

Es el tipo de respuesta apropiada y responsable que la humanidad debería implementar, pero no es suficiente, sus resultados serán necesariamente limitados, ya que se requiere de otros frentes de acción para conseguir cambios globales, de compromisos internacionales difíciles de hacer respetar, como ocurre con el acuerdo de París, las barreras a la deforestación o la producción que no contempla, por motivos de rentabilidad, las adecuadas medidas de protección, gobiernos y empresarios a los cuales no les importa dejar el diluvio para cuando se hayan ido.

Etiquetas