La automatización y la robotización podrían aumentar significativamente el número de ocupados si se implementan las políticas formativas y laborales que permitan participar ventajosamente en la transformación digital.
Si se quiere actuar como en el proverbial cuento del lobo, es todavía posible, pero los riesgos son igualmente elevados e inevitables, que la generación actual del mundo del trabajo está enterada de cambios tecnológicos, puede haber certeza, tanta como que para la gran mayoría de los trabajadores la amenaza que ésta representa sigue siendo lejana y no pocas veces hipotética.
Según el último informe del Observatorio para el Análisis y el Desarrollo Económico de Internet (ADEI), una organización española que tiene como misión contribuir al desarrollo de la economía digital, a partir del análisis de las principales tendencias la que perfilan, las oportunidades que ofrecen la automatización y la robotización podrían aumentar el número de ocupados en varios millones de personas si se implementan las políticas formativas y laborales para impulsar la transformación digital.
En concreto, el estudio, que clasifica el empleo según su grado de complementariedad con la robotización, pone de relieve que de aquí a 2030 se podría producir en ese país un incremento de 3,2 millones de empleos adaptados a la digitalización, un aumento de 0,6 millones de puestos de trabajo que requieren un alto “componente humano”, pero al mismo tiempo, la desaparición de 1,4 millones de empleos en las ocupaciones fácilmente reemplazables por robots.
En relación con esto último, un estudio de la Universidad de Oxford ha determinado los empleos que desaparecerán producto del avance de la tecnología en los próximos años, según sus estimaciones, es justamente el sector laboral el que puede resultar más afectado, particularmente el sector de servicios.
En un análisis más detallado, hacen el pronóstico del destino de más 700 ocupaciones y concluyeron que de ellas seis realizadas por personas desaparecerán en un futuro cercano; Camareros y barmans, con un 77% de posibilidad. Algunas cadenas de comida rápida ya optaron por sustituir a buena parte de su personal por máquinas desde las cuales los clientes realizan directamente sus pedidos. Cocineros, 81% de posibilidades sobre todo en las grandes cadenas de restaurantes. Guardias de seguridad, Dependientes, reemplazados por la venta online, con un 92% de posibilidades de desaparecer. Con sobre el 95% de posibilidades, los empleados bancarios y recepcionistas de hoteles que ya están siendo desplazados por computadores o robots
Según el Observatorio ADEI, ante esta realidad creciente, se requiere de un replanteamiento de la educación, capacitación y competencias que deben reunir los trabajadores, concluye “La velocidad a la que avanza la transformación digital exige la necesidad de programar e invertir decididamente en planes de formación continuos y a largo plazo para todos los trabajadores”.
Las empresas, grandes y pequeñas, deberían estudiar muy comprometidamente esta posibilidad que puede ser toda la diferencia entre el éxito o quiebre. Sin embargo, también debe extenderse esta iniciativa a los planes de estudio, especialmente en las áreas denominadas STEM (Science, Technology, Engineering and Mathematics) en el contexto de la formación básica y obligatoria, además de incentivar la formación voluntaria continua a todo lo largo de la vid. Es el tipo de tópico que debería estar presente a la hora de diseñar perfiles de egreso en la educación media y superior, ante un futuro que ya está entre nosotros.