Editorial

El constante observatorio de la corrupción

Por: Editorial Diario Concepción 13 de Septiembre 2018
Fotografía: Contexto.

Las malas prácticas es una tendencia natural en un mundo imperfecto, con seres humanos vulnerables a las oportunidades ventajosas, sin detenerse en las implicancias morales, que pueden ser muchas veces suficientes para un determinado número de personas como para obrar en los marcos de la rectitud. Es, entonces, necesario tomar los debidos resguardos, para reconocer el desempeño idóneo y probo, y para detectar y rechazar aquel que está reñido con las buenas prácticas.

En el fenómeno de la corrupción a hay dos aspectos no necesariamente relacionados, pero que por lo general son consecuentes, la acción corrupta y la percepción social de su presencia y magnitud. Puede esperarse, con cierto grado de ingenuidad, que la opinión pública sea llevada a creer, masivamente, que determinada institución o persona es corrupta no siéndolo, que sea este diagnóstico consecuencia de la mala prensa, o de una campaña insidiosa de las redes sociales, pero es más probable que el juicio de la sociedad sea justo y que requiera sólo de información fidedigna para dimensionarlo adecuadamente. Municipios, Cámara de Diputados y Carabineros lideran ranking de percepción de la corrupción La institución policial uniformada registró una considerable alza en comparación con el año anterior: aumentó de 4,8 a 5,8.

En ese sentido, la tendencia a bajar las cotas de la corrupción, no importa por cuan pequeño sea el margen es una buena noticia, aunque pone claramente de relieve quienes están en el escenario y que cambios se esperan para que estas cifras cambien, esta vez, sustantivamente, así, un leve descenso, aunque estadísticamente no significativo, ha sido registrado por la Encuesta de Percepción de Corrupción de la organización Libertad y Desarrollo, con nota 5,26, el año anterior había sido 5,37. En la escala, de 0, menos corrupto a 10, más corrupto.

Las municipalidades tuvieron los más altos puntajes, con un 6,5, seguidas por la Cámara de Diputados, con un 6.3, estas dos últimas con tres décimas menos que el año pasado, a diferencia de Carabineros, con un 5,8, que aumentó la percepción de corrupción, que el año pasado era de 4,8. En el estudio hay un completo listado de otras instituciones, cerrando con la de menor puntaje, Contraloría que registra un 2.0.

Hay mejoras desde otros puntos de vista; más personas creen que la corrupción es levemente menor, de igual modo, es un poco menor el número de personas que declarara tener conocimiento directo de estas prácticas, entre estas, las más frecuentes son el tráfico de influencias, pagos ilícitos y mal uso de bienes fiscales. Sin embargo, las denuncias no siempre se efectúan, por varias razones, todas malas, porque demuestran desconfianza y escepticismo; porque no tienen efecto, por miedo a represalias, por no saber cómo.

La presencia de actos corruptos arroja una sombra de sospecha sobre todo el accionar de un institución y rompe un indispensable puente de confianza, de muchas maneras obstaculiza todos los procesos, la posibilidad que se instale y extienda subterráneamente es siempre posible, razón por la cual ningún organismo debiera descuidar su control, la transparencia es un modo, el otro la educación en valores corporativos, recobrar el orgullo de la decencia, de la sobriedad, de la austeridad, de una construcción que pudiera llamarse utópica, pero que se trata de resumir en la idea de moral republicana.

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