Editorial

La indispensable fiscalización del mercado farmacéutico

Por: Editorial Diario Concepción 04 de Mayo 2018
Fotografía: Carolina Echagüe M.

Si hay algo que definitivamente requiera de una severa inspección en este país, es el mercado de medicamentos, uno de los sectores de la economía que probadamente ha sostenido una serie de malas prácticas, no todas aún claramente expuestas, ya que después de  denuncias, investigaciones y descubrimientos, por algún proceso opaco, las cosas siguen más o menos como estaban.

Por lo tanto, no es de extrañar que el fiscal nacional económico, en el marco de la cuenta anual de la FNE, haya anunciado recientemente una nueva investigación. La entidad realizará un Estudio de Mercado sobre los medicamentos y los agentes que operan en este sector, como farmacias, vendedores, laboratorios, reguladores, médicos, entre otros.

A mayor abundamiento, el fiscal detalló que en los últimos años la FNE realizó investigaciones e informes de promoción de la competencia sobre distintos aspectos del mercado de medicamentos. En realidad, su declaración no agrega nada a  lo que por años ha preocupado a la población; la ocurrencia de numerosas y reiteradas malas prácticas en  distintos sectores de ese mercado. Para situar el problema en el debido contexto, en la actualidad el gasto promedio en salud es el 5,2% del gasto total de los hogares y de este total 38% se destina a medicamentos.

Sin referirse por el momento a la industria misma de producción farmacéutica, es necesario referirse a dos aspectos irritantes para la ciudadanía, por la falta de conciencia del valor social de los medicamentos, o de la salud de la población y el énfasis sin disimulo en la rentabilidad y el abusivo lucro.

En primer lugar, la concentración de las farmacias retiradas de los barrios, donde solían estar en el pasado, al alcance de las personas y ubicadas ahora como tiendas de retail en el centro de la ciudad o en los grandes centros comerciales de la periferia, con un sistema de turnos del todo insuficiente.

En segundo lugar, pero lejos de ser el último, el eventual impacto o utilidad para los pacientes de los medicamentos bioequivalentes y los procedimientos de los laboratorios para  proteger sus innovaciones con patentes de invención, el fiscal declara “hay casos en los que se han utilizado diversos mecanismos que buscan alargar de forma artificial la protección al invento y seguir obteniendo rentas monopólicas”

Es una obligación de las farmacias tener estos medicamentos genéricos de menor costo, pero en muchos casos no están disponibles y los dependientes están prestos a ofrecer los que corresponden, a un costo a veces tres o cuatro veces más alto. Al respecto, la entidad fiscalizadora señala la necesidad de  revisar el proceso y los incentivos para acreditar la bioequivalencia, que no ha tenido los resultados esperados en cobertura,  en términos prácticos; pocos y escasos, de tal modo que el usuario no tiene la oportunidad de optar por un medicamento que esté al alcance de sus medios, situación intolerable si lo que está en juego es nada menos que su salud o su vida.

Por otra parte, continúa existiendo un elevado riesgo de ocurrencia de prácticas anticompetitivas que en el pasado han tenido efectos negativos para los consumidores, ya que en mercado participan prácticamente tres cadenas, cada una de las cuales tiene un 30% de participación.

Definitivamente, la ciudadanía espera que la fiscalía nacional económica tome cartas en este asunto y no sea un nuevo anuncio sin consecuencias.

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