Desde el ISL destacaron que está la implementación del Decreto Supremo N°44 en febrero de este año, el que ha modernizado la gestión de la seguridad y salud en el trabajo.
A pocos días del lamentable fallecimiento de dos trabajadores en la provincia de Arauco -derrumbe tras excavación- desde el Instituto de Seguridad Laboral (ISL) entregaron cifras relacionadas.
Así, de acuerdo con la entidad pública y con datos de la Superintendencia de Seguridad Social (Suseso), en la Región del Biobío a diciembre de 2025 hay 30 accidentes laborales con altas consecuencias: 5 fatales (incluyendo situaciones en trayecto al trabajo) y 25 con resultados graves.
Ante eso, Iván Montes, vocero de la Mesa por la Defensa del Empleo y la Industria de Biobío, instancia que agrupa a más de 30 sindicatos de la zona, señaló que, en materia de seguridad laboral y accidentabilidad laboral, como Mesa siempre han tenido una mirada de alerta y atención. “Estamos pendientes de los distintos sectores productivos y de servicios de las diferentes situaciones que van ocurriendo en la Región y en el país y hemos estado conectados con las emergencias que ocurren en las distintas industrias, los accidentes con consecuencias fatales y también los riesgos de la salud y la integridad física de los trabajadores”, comentó Montes.
El dirigente hizo mención, además, a la situación de los trabajadores de las obras de la Central Hidroeléctrica Rucalhue que acaban de ser autorizadas por la Dirección del Trabajo para su reinicio parcial. “Estuvimos conectados con lo que pasó en Rucalhue, con las organizaciones sindicales y todo lo que tuvo que ver con la situación de riesgos y salud ocupacional donde para nosotros es de vital importancia minimizar los riesgos y garantizar las condiciones de seguridad como lo establece la norma legal”.
Mikel Capetillo, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) provincial-Concepción destacó a que han incentivado y planteado a nivel de la Seremi del Salud, como también a través de la Dirección del Trabajo (DT), que “hay que fortalecer el conocimiento de los dirigentes sindicales sobre las leyes relativas a los accidentes laborales y enfermedades profesionales”.
Del mismo modo, el líder sindical recordó que junto al ISL han participado en jornadas de capacitación y, en ese sentido, dijo, “estamos apuntando a la formación de una escuela sindical de salud y seguridad en el trabajo”.
Respecto a cómo mejorar la seguridad laboral de los trabajadores, Mikel Capetillo manifestó que, “primer lugar hay que fiscalizar que, efectivamente, se estén aplicando las normativas que se han ido publicando como la modificación del Decreto 44 donde hay un formulario único de fiscalización para que los dirigentes sindicales, que es público, y es posible descargar tanto desde la DT como desde otras entidades. Ahí se puede realizar un checklist sobre si la empresa está cumpliendo o no con lo establecido en el Decreto 44”.
Más específicamente, el presidente de la CUT provincial Concepción expresó que “en el Decreto Supremo # 594 se establecen condiciones mínimas de Salud y Seguridad en el trabajo como, por ejemplo, que las faenas u obras deben contar, como mínimo, con baños, agua caliente y fría junto a una serie de otros requisitos que deben cumplirse”.
En línea con los anterior, el planteamiento de la CUT es, y que recoge la Política Nacional de Salud y Seguridad en el Trabajo, primero, “que las mutualidades hagan su trabajo donde las mutualidades arriesgan sumario de no supervisar las condiciones de cumplimiento de las medidas correspondientes y, por otro lado, es necesario incrementar la cantidad de los fiscalizadores tanto a nivel de la Dirección del Trabajo como en la Seremi del Trabajo en su área de salud ocupacional porque son muy pocos para dar cobertura a toda la región y no dan abasto, es decir, tenemos avances legislativos que no tenemos cómo fiscalizar y existe desconocimiento de los trabajadores de sus derechos para hacer las denuncias, incluso de forma anónima para no verse perjudicados”, concluyó.
Entre las principales medidas, destacadas por el ISL están la implementación del Decreto Supremo N°44 en febrero de este año, que ha modernizado la gestión de la seguridad y salud en el trabajo, fortaleciendo la identificación de peligros, la evaluación y control de riesgos, y el rol de los comités paritarios y de las propias personas trabajadoras en la prevención. “Este decreto pone énfasis en la prevención como una responsabilidad compartida, integrando de manera sistemática la gestión de riesgos físicos, ambientales, psicosociales y de seguridad vial laboral, así como aquellos asociados a labores específicas según cada sector productivo en los lugares de trabajo”.
Además, dijeron desde el organismo de seguridad laboral, que desarrollan asesorías preventivas gratuitas a empleadores, capacitaciones presenciales y en línea, y programas de vigilancia de la salud, incluyendo salud mental y riesgos psicosociales, riesgos ambientales –exposición al calor, frío, radiación u otras condiciones climáticas- y la prevención de riesgos propios de actividades y tareas específicas. “Estas acciones se complementan con campañas nacionales de prevención, focalizadas en sectores de mayor riesgo y en períodos críticos del año —como seguridad vial, altas temperaturas, ferias estacionales, labores intensivas, o actividades con alta exposición por ejemplo campaña Bajo Cero—, con el objetivo de sensibilizar, informar y anticiparse a los accidentes”.
Del mismo modo, explicaron que, a través de estas medidas, “no solo promovemos el cumplimiento normativo, sino que también ayudamos al bienestar y la calidad de vida de quienes trabajan, consolidando una cultura preventiva como eje central del desarrollo laboral en el país”.