
La solicitud de las organizaciones de trabajadores se refuerza ante los recientes despidos registrados en el sector industrial del Biobío.
Ante nuevas desvinculaciones en empresas industriales de la Región, más de 30 sindicatos agrupados en la Mesa por la Defensa del Empleo y la Industria Regional se mantienen en alerta. Esto, tras dar a conocer nuevos despidos ocurridos en Inchalam, Asmar y Enap.
La información fue confirmada por el Ministerio del Trabajo con datos de la Dirección del Trabajo (DT), lo que corresponde a casos registrados en Inchalam y Enap.
Adicionalmente, tanto desde la Mesa como desde la CUT provincial Concepción solicitaron que se aborde el probable aumento del riesgo en la pérdida de empleos regionales producto de la llamada guerra comercial entre EE.UU. y China en el próximo Foro Estratégico, que es parte del Plan de Fortalecimiento Industrial y que tendrá lugar este miércoles.
A la instancia está confirmada la participación del Ministro del Trabajo y Previsión Social, Giorgio Boccardo.
Sandra Quintana, seremi del Trabajo señaló que “el presidente Boric gestionó una reunión de gabinete al respecto, para ver si el alza de aranceles de USA afectaría a rubros importantes de la Región, ya que es muy pronto para plantear afectaciones directas, sin embargo, es importante prepararse y, en ese sentido. Lo importante es prevenir y proteger la industria y el empleo local”.
Del mismo modo, Sandra Quintana confirmó con datos de la Dirección del Trabajo que, efectivamente, hubo 13 desvinculaciones en Inchalam, 6 en Asmar y 4 en Enap.
Por su parte, Iván Montes, vocero de la Mesa por la Defensa del Empleo y la Industria Regional expresó que el riesgo de empleos regionales producto de la incertidumbre económica internacional “es un tema que se ha conversado en la mesa, particularmente, eventuales efectos en las exportaciones agrícolas de la zona y en que, probablemente, esta guerra arancelaria nos va afectar”.
Montes adelantó que están evaluando acciones como “generar redes de compra venta de productos manufactureros dentro del país y buscar implementar medidas de protección en esa línea para que las industrias puedan producir y no necesariamente estén obligadas a exportar a EE.UU, China u otras latitudes, sino que ver la posibilidad de generar un círculo virtuoso interno y solidario respecto de los productos manufacturados, así como también promover su compra al interior de los territorios”.
Consultados si los mencionados despidos corresponden a una estacionalidad, el representante de la Mesa aclaró que no. “Son despidos de trabajadores propios de las empresas en que fueron los sindicatos de Asmar, Inchalam y Enap quienes nos comunicaron de las desvinculaciones que se estaban realizando. En el caso de Enap la información es que obedecieron a reestructuraciones internas que desde nuestro punto de vista son causales cuestionables dado que la empresa está bien en términos financieros y no amerita ninguna adecuación que requiera despedir gente”.
Para Ángel Miranda, secretario general de la Central Unitaria de Trabajadores, CUT Provincial Concepción, “la guerra económica entre EE.UU. y China, por supuesto que es importante, en que lamentablemente Estados Unidos está imponiendo aranceles a nivel mundial en que igual somos afectados. Si bien a Chile se impuso un arancel del 10% esto hará que cada vez que se importen artículos de Chile en EE.UU., ellos deban tener que pagar más, por tanto, puede hacer bajar las exportaciones en productos que son emblemáticos para Chile”.
El dirigente de la CUT sumó que “todos sabemos que Chile debe cambiar su matriz productiva donde solo exportamos materias primas o son muy pocas las exportaciones de productos terminados, entonces, es importante que se aborde esta situación en el próximo Foro Estratégico del 16 de abril porque en Biobío tenemos un polo productivo bastante amplio con una industria acerera que cerró, lo que afectó el empleo en la Región y no queremos que esto siga pasando en distintos sectores industriales”.
Del mismo modo, Ángel Miranda sostuvo que “al afectarse las bolsas de comercio es probable que se enfrenten pérdidas que repercutan en un menor empleo para los trabajadores y bajen los ahorros en las AFPs donde si la guerra comercial se mantiene, se vislumbra una recesión económica a nivel mundial lo que es gravísimo ya que, además, posiblemente, los trabajadores a punto de jubilar pueden tener pérdidas en sus fondos”.
El Dr. Luis Méndez, director del Observatorio Laboral Biobío y académico de la Facultad de Ciencias Empresariales (Face) de la Universidad del Bío-Bío (UBB), indicó que, “efectivamente, puede haber un impacto en el empleo, pero más bien de manera indirecta, puesto que la economía chilena tiene bastante diversificada su canasta de exportaciones. Aproximadamente, un tercio de las exportaciones van al mercado norteamericano y otro poco más de un tercio al mercado chino y el resto se distribuye entre Europa y otros países”.
Un segundo punto, en la visión del Dr. Luis Méndez es que “a Chile se le está gravando en un 10% de arancel y no todos los productos tampoco, donde no es tan seguro que el cobre esté incluido, que es nuestro principal producto de exportación. Lo que puede ocurrir no inmediatamente, sino que después de unos 6 meses, si esta amenaza se concreta y se produce una recesión mundial, es que un impacto en la producción de los países en conflicto por el aumento de los aranceles que va a significar incremento en los costos de importación en toda la economía estadounidense”.
En cuanto al efecto en los productores de USA, el académico de la Face de la UBB, apuntó a que “estarán felices con estas medidas, pero no así los consumidores. Entonces, hay que hacer una lectura doble. Una por el lado de la producción, e incluso, el Estado recaudaría más impuestos donde el tesoro norteamericano se verá favorecido por el aumento tributario producto de los aranceles”.
Sobre eventuales efectos en el empleo regional, el también director del Observatorio Laboral Biobío explicó que “el empleo se puede ver agravado en la medida que exista una caída en la demanda externa, es decir, una caída en la producción en EE.UU., China, Europa o Japón producto de esta guerra comercial que de hecho significará una disminución del comercio internacional dado que los aranceles provocan una contracción del comercio internacional”.
“Al caer la producción en las principales economías del mundo, podría haber una menor demanda internacional y por esa vía nos podría pegar a Biobío”, agregó.