Según Odepa la diferencia del valor promedio del kilo de hallulla corriente es de hasta $300.
Tras el aumento sostenido en el precio de los combustibles, que desde el 21 de junio a la fecha acumula un incremento de $132, panaderías penquistas estiman en un 10% el alza actual del precio promedio del pan.
De acuerdo con la plataforma web de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa), en la semana 40 del año 2023 en la Región del Biobío el precio nominal -con IVA- promedio más bajo del pan hallulla corriente y marraqueta fue de $2.190 (en la comuna de Chiguayante) y $2.493 (Talcahuano- Hualpén), respectivamente.
En el caso de la hallulla corriente la diferencia entre el precio promedio menor y mayor llegó a los $303 y en las marraquetas fue de $20.
Jenny Sáez, encargada de la Panadería San Pablo (Ongolmo #470 de Concepción) empresa con más de 35 años de operaciones, señaló que “en mi percepción el mayor valor de los combustibles se ve reflejado en el precio del pan porque los precios han subido entre $300 y $400, más o menos como un 10% más desde junio a la fecha, pero acá sigue estando barato respecto de otras panaderías que tienen el kilo a más de $2.900, mientras que aquí es de $2.190 (hallulla corriente y marraqueta) y el especial a $2.500”.
En tanto, Ana Villablanca de la Panadería Assuan (Chacabuco #1246) recordó que “hace cerca de un mes subió alrededor de $200 el kilo de pan el que estaba a $2.590, y ahora está a $2.790 que en nuestro caso solo es pan especial que incluyen hallullas y marraquetas, donde todas las variedades tienen el mismo valor”.
Cabe recordar que el ministro de Agricultura Esteban Valenzuela, a propósito de los posibles efectos del conflicto entre Rusia y Ucrania, dijo que “el trigo y la harina es un componente en la cadena del pan, que también tiene que ver con la energía, la mano de obra y otros productos”.
En relación a la caída en la molienda regional de Trigo, Roberto Ferrada, seremi (s) de Agricultura manifestó que “respecto a esta situación, la producción presentó una leve caída debido a la competencia generada por la importación de harina desde Argentina, la cual es más económica, esto genera que la producción regional no sea equivalente a la necesidad de demanda del mercado, lo que se traduce también en la baja de compradores, por ende, el porcentaje de molienda de trigo regional decayó”.
En el caso de la Panadería Faijoo (Ongolmo #154), Loreto Beltrán comentó que “el precio de la harina y la manteca en nuestro caso no ha subido, por lo tanto, hemos mantenido el precio del pan hasta el momento, más allá del alza de los combustibles, porque nuestro horno es a petróleo y en general más que nada dependemos del precio de la harina, así que si los molineros no suben, nosotros tampoco y eso no ha ocurrido, pero si siguen subiendo los combustibles, tendremos que incrementar el valor del pan”.
Desde la panadería San Diego (Chacabuco #1275) Jaric Salcedo afirmó que “desde marzo a la fecha acá hemos mantenido los precios y varían según el valor de la materia prima, entonces, si sube la harina, sube el pan, pero esta no ha subido”.
Alejandro Ortiz, panadero y cofundador de Newen Pan (Gabriela Mistral #15, Alto Horno, Talcahuano) explicó que “la subida en el precio del pan se debe al alza de los insumos que se ocupan para hacerlo, como la harina, la levadura y el aceite, y esa alza se supone que se produce por la guerra en Ucrania, eso se dice. Por ende, la subida del precio del pan viene hace más de un año y durante estos meses se ha visto una disminución, pero aún están elevados en comparación a años anteriores”. Agregó que “el pan es una compra diaria y el kilo cuesta $2.500 aproximadamente, entonces la gente compra menos pan (si sube su precio). En conclusión, existe una disminución en la venta del pan en comparación a años anteriores”, concluyó.