Se trata de estudios pequeños, especializados, con servicios integrales y personalizados. Destacan la confianza y empatía con los clientes, el prestigio y alta jerarquía técnica de socios.
De acuerdo con abogados establecidos en Biobío las denominadas “firmas boutique” corresponden a las que cuentan con profesionales especializados con el objetivo de brindar un servicio integral y personalizado.
Así lo afirma, José Miguel Flores, socio de Flores y Acevedo, quien comenta su experiencia cuando inició labores como una firma boutique en la Región.
“Se les llama firmas boutique a estudios de abogados que son especializados en materias particulares que están bien de moda hoy día y que son más o menos pequeños donde uno de los sellos son que la relación con los clientes es bastante directa, normalmente por parte los socios”, señala Flores.
El abogado, agrega que se trata, por lo general, de grupos de no más de cinco abogados que tienen mucha experiencia pudiendo haber trabajado, por ejemplo, en unidades de Análisis Financiero, Impuestos Internos, Áreas Corporativas de otras firmas de abogados o como fiscal de empresas cuyas edades fluctúan entre 40 y 45 años aproximadamente.
Entonces, continúa Flores, son abogados que se dedican exclusivamente a la asesoría de empresas y cuentan con la particularidad de sus respectivas experiencias y atracción de clientes propios donde la atención es muy personalizada.
Requerido acerca de su experiencia como firma boutique, da testimonio que “cuando partimos Flores & Acevedo, éramos un estudio boutique, especializado fundamentalmente en temas corporativos y de propiedad intelectual donde junto con abogados seniors y otros más jóvenes, teníamos esta atención más directa”.
También detalla que con el correr del tiempo fueron creciendo y hoy día cuentan con 48 profesionales en total, divididos en áreas lideradas por un socio director o directora de área quienes se entrevistan directamente con los clientes de una manera cercana y empática.
Tras ser requerido acerca de la posibilidad de generar colaboración con otros estudios que quieran formarse como boutique, el abogado responde que poseen la mejor de las disposiciones para apoyar a quienes quieran hacerlo e ir desarrollándose en esta línea. “Nos encanta, y nos hace muy bien la competencia”, indica, a la vez que aprovecha para señalar que actualmente, realiza mentorías y consultorías a varias empresas.
En relación a la cantidad de estudios boutique que existen en Concepción, Flores comenta que estima que la zona se encuentra más bien en una etapa de desarrollo temprano de este tipo de iniciativas donde existen muchas “comunidades de techo” que son abogados que se juntan para compartir algunas cosas.
En tanto, Alejandro Elgueta, abogado y socio fundador de Elgueta & Cía. aporta que en la mayoría de los casos se está optando por la reconversión en una firma boutique. “Se trata de asesorías jurídicas de pequeño y mediano tamaño que han convertido su cuidada atención al cliente en su mayor ventaja competitiva”, cuenta el abogado.
Elgueta añade que al día de hoy los clientes que buscan asesoramiento legal no quieren solo un experto, necesitan una persona en la que puedan confiar donde las firmas de mediano tamaño cuentan en su equipo con profesionales de reconocido prestigio, capaces de dar ese servicio personalizado y excelente que el cliente quiere recibir.
“Una verdadera firma boutique garantiza que los asuntos que le son confiados son atendidos siempre por abogados de mayor jerarquía técnica. En este sentido, las firmas boutique tienen un tamaño controlado de clientela, y su estructura interna es más horizontal y menos vertical”, expresa el socio fundador de Elgueta & Cía.