Hay coincidencia en la necesidad de más facultades y presupuesto para concretar una agenda económica priorizada en el territorio, creando empleo, innovando e integrando la academia, el sector público y el privado.
Economistas regionales estiman que la prioridad del nuevo gobernador debería ser la creación de empleo, la recuperación del crecimiento y el trabajo conjunto entre la academia, el sector público y el privado.
Desde el punto de vista administrativo, hay que recordar que Corbiobio pidió apoyo parlamentario para sacar adelante indicaciones enviadas al Congreso que otorgan mayores facultades y presupuesto al cargo de gobernador, dada la actual carencia de atribuciones.
Expectativas
Francisco Gatica, economista del Observatorio de Corbiobio y académico de la Universidad del Bío-Bío, identifica algunas prioridades económicas para la Región.
“Es fundamental asegurar una infraestructura que compatibilice el desarrollo productivo y la dimensión urbana. No podemos ser una región competitiva y generadora de empleo de calidad si no aseguramos espacios y conectividad”, señala Gatica.
En segundo lugar, comenta que debería haber un fuerte estímulo a la innovación y el emprendimiento. “La Región posee un polo universitario y tiene una plataforma de servicios que se debe activar en forma sinérgica. Conectar las universidades y los servicios con las empresas regionales para crear nuevos productos y mejorar procesos”, añade.
Finalmente, estima que se debe estimular la recalificación de la mano de obra, en especial en el contexto de la creciente digitalización de la economía.
Más atribuciones
Por su parte, Claudio Parés, economista de la Universidad de Concepción apunta a que el gobernador regional no tendrá más atribuciones en materia económica que el antiguo intendente, por lo que su rol es bastante limitado.
“Más allá de coordinar esfuerzos, ni siquiera es superior jerárquico de los Secretarios Regionales Ministeriales (seremis), con lo que su función tiene más características de articulador entre agentes que de autoridad en el sentido de toma de decisiones”, expone Parés.
Agrega que deberíamos esperar un liderazgo basado en un proyecto que convenza a todos de sumarse a un plan colectivo más que una autoridad que imponga sus términos.
En este sentido, “el gobernador regional no es un actor relevante por definición del cargo sino que podría jugar un rol de esa naturaleza en la medida que es capaz de negociar y articular voluntades del mundo público y privado. Sin embargo, hay que decir que sus atribuciones (aunque aún no están definidas) serán limitadas”, indica el economista de la UdeC.
A la vez advierte que Chile sigue siendo un país unitario y las finanzas públicas se manejan centralizadamente para controlar la deuda pública. Por lo que “mientras no se cambie la Constitución en otro sentido, no vamos a tener autoridades regionales demasiado poderosas en lo económico”, concluye.
Con todo, pese a ser un esfuerzo por lograr una mayor descentralización, el cargo de gobernador regional adolece aún de limitaciones para ser un cambio efectivo.