Economía y Negocios

Tarifas eléctricas 2021 no subirán por cierre de centrales térmicas a carbón

Asimismo, aquellas comunas intensivas en generación que cuentan con el beneficio de la equidad tarifaria, como Coronel, tampoco verán elevar sus costos. Pero la proyección es incierta, y sí podrían verse incrementos, destaca estudio.

Por: Javier Ochoa 12 de Enero 2021
Fotografía: Archivo

El celebrado y mediático cierre anticipado de centrales termoeléctricas a carbón ya ha tomado ritmo con el consolidado cese total de operaciones de las centrales Bocamina 1 y Ventanas.

Pero más allá del positivo efecto hacia al medioambiente y calidad de vida de la población, es importante establecer si esto elevará las tarifas eléctricas.

El seremi de Energía de la Región del Biobío, Mauricio Henríquez, recordó que la Ley de Equidad Tarifaria tiene entre sus beneficios que las comunas altas en generación eléctrica tengan descuentos en las cuentas de la luz. Y en este sentido, la autoridad dejó en claro que el cierre de centrales no tendrá efecto alguno en las tarifas de Coronel y esto quedó reafirmado en el acuerdo de noviembre de 2019, en el cual se asegura que la tarifa se mantendrá igual hasta fines de 2021.

“En el próximo proceso tarifario, y dependiendo de muchos factores, entre ellos el cierre de Bocamina 1, podrían haber modificaciones, pero hoy todo demuestra que de continuar el ingreso de energías limpias, las tarifas pudieran incluso bajar”, estimó Henríquez.

¿Qué se proyecta?

Lo primero es recordar que se busca el cierre total de centrales, y los plazos van desde el 2025 (Congreso) al 2040 (el Ejecutivo), y en ese escenario surgen muchas variables cuya conjunción podrían elevar los costos del sistema e incluso atentar contra su seguridad de operación, según sea el escenario.

“Hoy la ciudadanía está pagando entera la transmisión. Entonces cada decisión que se tome para cerrar una central, significará que debo construir líneas de transmisión para evacuar la energía renovable no convencional hacia los centros de consumo, y esa línea al final la termina pagando la población”, declaró el ingeniero eléctrico de la Universidad de Concepción, Claudio Roa, siempre en el supuesto de que los MW provenientes del carbón se reemplacen por Ernc, dijo.

Y fue el Coordinador Eléctrico Nacional (CEN) quien realizó un estudio técnico en un escenario de retiro total de las unidades generadoras a carbón al año 2025. Éste estableció que en escenarios futuros de escasez hídrica, se produciría un aumento significativo de los costos de operación del sistema, debido a un uso intensivo de centrales termoeléctricas a gas natural licuado (GNL) y diésel, diluyendo además la reducción de emisiones de CO2. Sumado a lo anterior, en horas de la noche, y producto de menores aportes de generación de Energías Renovables Variables (ERV), el sistema tendría un incremento en los valores de costos marginales de energía comparado con los que se darían en el escenario de retiro progresivo al 2040. En lo que respecta a la necesidad de infraestructura de transmisión, se requeriría la materialización con antelación al año 2025 de una serie de importantes líneas de transmisión eléctricas, ya que una demora respecto de su fecha de puesta en servicio podría generar restricciones de transmisión y problemas de estabilidad, afectando de esta manera la integración segura de energía proveniente de centrales convencionales y renovables hacia los centros de consumo.

“Sobre una eventual afectación en las tarifas eléctricas para los consumidores, el estudio recordó que los suministradores se basan en los costos marginales, así al incrementarse dichos costos se produciría una presión para incrementar las tarifas a consumidor final”, estableció el CEN.

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