Economía y Negocios

“Preferiría una política fiscal más agresiva y universal que un nuevo retiro del 10%”

Medidas estructurales para enfrentar la reactivación será clave en la discusión venidera. El especialista condicionó su proyección al tema sanitario, de cuya evolución dependemos en un 100%, enfatizó.

Por: Javier Ochoa 20 de Septiembre 2020
Fotografía: Archivo

La economía está en boca de todos en estos meses debido a las nefastas consecuencias que está dejando la pandemia de la Covid-19.

Mientras la Ocde recomienda subir impuestos a la propiedad y a las ganancias de capital pensando en la reactivación de los países, en lo interno algunos ya aspiran a un próximo retiro del 10% del ahorro previsional individual.

Qué piensa sobre estas importantes temáticas el economista de la Universidad de Concepción, Claudio Parés.

“Entiendo que las recomendaciones de la Ocde reconocen el contexto económico en el cual se proponen las medidas y el segundo es la recepción política de estas. De hecho, uno de los grandes problemas que aún persiste de la crisis subprime es el alto nivel de deuda que contrajeron varios países que ya estaban altamente endeudados. Lo que se intentó en esa oportunidad, fue ajustar la economía de modo que el origen del problema (la propia deuda) se redujera. Ese proceso fue largo y, de hecho, produjo el surgimiento de descontento político en muchos países y los niveles de deuda no han disminuido en los países del grupo, salvo contadas excepciones”.

– Se necesita financiamiento

– La experiencia de utilizar medidas de ajuste en los niveles de impuesto para solventar el nuevo gasto (necesario para la reactivación) demostró ser inefectivo en 2008 por el lado económico y contraproducente por el lado político-social. Sin embargo, la crisis actual necesita una fuente de financiamiento y la alternativa es la de buscar nuevos tipos de impuesto que permitan recaudar lo suficiente, sin desestabilizar (aún más) el delicado clima político de los países.

Me parece que la alternativa de mirar los impuestos a la propiedad y a las ganancias de capital tiene sentido, pero arriesgan lo mismo que las medidas de 2008 en adelante: podrían no ser todo lo efectivas que necesitamos y podrían desestabilizar el panorama político de maneras impensadas. Por eso, creo que será necesario plantear reformas estructurales una vez que pase la emergencia en muchos países.

– ¿Es viable un segundo retiro de 10% del ahorro previsional?

– Desde el punto de vista económico, un nuevo retiro del 10% podría tener efectos similares al primero. Desde el punto de vista teórico, este tipo de impulso es un aumento del ingreso disponible de las familias. Esto permite ahorrar (o reducir deudas) con una parte y consumir el resto. Esa parte que se consume echa a andar negocios y permite pagar sueldos. Eso genera nuevos ingresos disponibles en más familias y el proceso se repite. En épocas de crisis, como la actual, las bajas tasas de interés y la poca sensibilidad a la inversión hacen que este efecto sea importante.

– ¿Pero?

– El “lado B” de la medida es que este ingreso disponible no se genera espontáneamente. Si fuera gasto fiscal, se pagaría a cuenta de futuros impuestos o reducciones de gasto. En este caso, se trata de fondos individuales, ahorrados para la jubilación: es una solución individual para un problema colectivo. A esto se suma que este “viaje en el tiempo” de los recursos es solo una ilusión. En la práctica, los recursos que se “traen del futuro” son recursos que alguien más está dejando de utilizar como inversión y, por lo tanto, dejando de generar productividad, rentabilidad y crecimiento. Dadas las bajas tasas de interés, este efecto es pequeño, como decíamos antes, pero es lo que hace que los economistas nos asustemos. Es una discusión larga, pero yo preferiría alguna política fiscal más agresiva y universal a un nuevo retiro de los fondos individuales de las AFP.

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