Economía y Negocios

Reciente informe de la Ocde revela deficiencias del sistema chileno de pensiones

Por: César Herrera 27 de Noviembre 2019
Fotografía: Archivo | La Tercera

Un nuevo informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, Ocde, reveló una serie de debilidades del sistema de pensiones chileno, el cual ha sido fuertemente criticado durante las manifestaciones en el país.

De acuerdo al reporte “Pensions at a Glance 2019”, un 48% del ingreso que recibe un adulto mayor en Chile proviene del fruto de su propio trabajo. Un 27% viene de “traslados ocupacionales privados; un 18,3% de “transferencias públicas”; y un 5,9% de ingresos de “capitales”.

Estos números distan del promedio en la Ocde, donde solo el 24,6% del total tiene como origen el empleo del receptor. Asimismo, se mostró que en el grupo internacional el mayor porcentaje de los recursos con los que vive un pensionado se obtiene de los aportes públicos (55%). En el caso de transferencias privadas y de capital, los porcentajes alcanzan el 10,4% y 10%, respectivamente, consignó La Tercera.

Por lo anterior, el porcentaje que figura en las cifras chilenas se posiciona como el tercero más alto de la Ocde, siendo superado solo por Corea del Sur y México. A su vez, Chile es la nación que cuenta con la séptima peor tasa de remplazo entre las 36 naciones que componen la Ocde, con un 37,3%, siendo superado por países como Japón o Reino Unido.

“Las tasas de reemplazo serán más bajas para los trabajadores de carrera completa nacidos en 1996 en comparación con los nacidos en 1940 en aproximadamente el 60% de los países de la Ocde”, precisa el informe. En otras palabras, la tasa de reemplazo de la generación nacida en 1996 será menor que la de las personas que nacieron en 1940, precisa el medio citado.

En Chile la diferencia entre los que nacieron en 1940 y 1996 alcanzará un negativo de 25,2 puntos porcentuales, el tercero peor entre los miembros de la Ocde. En el organismo, el diferencial promedio pasará desde -0,8 puntos porcentuales frente a los que nacieron en 1956, hasta -5,8 respecto a los nacidos en 1996.

Otro dato relevante indicado en el documento es que “el 86% de los empleados contribuyeron regularmente al sistema de pensiones, en comparación con solo el 6% de los trabajadores independientes”.

Cabe señalar que la tasa de reemplazo es la cifra que dictará cuánto poder adquisitivo perderá el usuario cuando jubile. En otras palabras, una persona que recibía un sueldo mensual de $300.000 previo a retirarse, que percibiese una pensión de $150.000 mensuales, tendría una tasa de reemplazo del 50%. Es decir, sus ingresos serían el 50% de lo percibido en su última etapa laboral.

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