Impacta en el endeudamiento y en no poder aspirar a la casa propia.
Hace unos días se dio a conocer que el promedio mensual de ingresos de la Región del Bío Bío alcanzó los $462.478 durante 2018.
Sin embargo, la mitad de los trabajadores del Bío Bío, recibió en este periodo incluso $100 mil pesos menos.
Es que de acuerdo a los antecedentes revelados por el INE regional el 50% percibió entradas menores o iguales a $346 mil, resultado que correspondería al concepto estadístico de “mediano” ( o mediana).
“No me alcanza para llegar a fin de mes. Estoy lleno de deudas. A veces pido prestado. Así que ahorrar es imposible. Encima vivo de allegado. Ni soñar con la casa propia”, se lamentó el penquista Esteban González cuando caminaba en el centro de la ciudad.
Desde la Secretaria de Estudios de Programas Advance de la Facultad de Economía y Negocios Universidad San Sebastián, Daniela Catalán Ramírez opinó que , efectivamente, “habrá una mayor proporción de individuos que las adquieran, para poder solventar los gastos diarios del hogar, en bienes y servicios necesarios para poder mantener un nivel de vida determinado. Es por esta razón, que si no es posible que exista dentro de los hogares una educación financiera lo más probable es que se caiga luego en morosidad”.
A saber, de acuerdo al Informe de Deuda Morosa del Centro de Economía Aplicada de la Escuela de Ingeniería Comercial de la Universidad San Sebastián (USS), en Concepción esta llega en promedio a los $ 2 millones mensuales.
Y respecto al truncado “sueño de la casa propia” de Esteban, Catalán aseveró que entiende , por qué se le hace difícil, ya que los bancos toman sus resguardos ante posibles personas que no puedan pagar después.
“Por tanto, disminuye el acceso al crédito y con ello también las posibilidades de adquirir una vivienda”, aclaró la especialista.
Quien ha corroborado esta realidad es la Cámara Chilena de la Construcción. Esta semana reveló que Concepción es la segunda ciudad del país donde es más difícil adquirir una casa o departamento.
Es así que de acuerdo a la entidad, las rentas medio y mediano de los hombres en la Región se ubicaron en $517.950 y $381.371.
En lo que respecta a las mujeres, este registro $392.366 y $300.000 en estas categorías, dando cuenta de la brecha de género.
Y hay más números. “Al analizar cómo se distribuyen los ocupados que ganan una cantidad igual o menor al ingreso mediano ($346.000), el 50,6% corresponde a mujeres, mientras que el 45,0%, a trabajadores informales”.
A nivel familiar el INE detectó que las arcas medio y mediano de los hogares se estimaron en $844.601 y $617.304”.
Por categoría ocupacional, “los empleadores fueron quienes recibieron los ingresos medio mensuales más altos con $1.034.222, seguido por asalariados públicos con $645.468 y los privados con $479.606”.
Los por cuenta propia registraron $254.650 y personal de servicio doméstico $195.604.
Se resaltó que los grupos ocupacionales de mayor calificación percibieron los sueldos más altos. “Así es como directores, gerentes y administradores registraron los mayores ingresos medio y mediano $1.343.857 y $1.000.000, respectivamente), en contraste con los ocupados en la categoría ocupaciones elementales, que recibieron las menores obtenciones medio y mediano ($251.593 y $232.677, respectivamente)”.
Para el INE clave es el nivel educacional en la diferencia de quien obtiene más al final del mes. “Los mayores ingresos mensuales medio y mediano los obtuvieron quienes tienen post grado con $1.262.801 y $1.063.826, respectivamente. Entre tanto, los menores fueron recibidos por las personas con nivel educacional primario ($259.778 y $232.677 (consecutivamente)”.
En tanto, los ocupados con nivel educacional secundario representan un 42,8% del total y percibiendo en promedio, 0,4 veces los ingresos alcanzados por aquellos que poseen un título universitario.
Pese a que los números no parecen negativos, ha habido mejoras.
En 2018, el ingreso medio real (que se usa para fijar el poder adquisitivo en un momento determinado) estimado para el total de ocupados aumentó un 1,2% respecto al año anterior, pasando de $457.037 en 2017 a $462.478 en 2018. El ingreso mediano real subió 5,2% en 2018.
A su vez, el ingreso medio real estimado para los hogares se incrementó un 0,3% respecto de 2017 (pasando de $841.670 en 2017 a $ 844.601 en 2018). Por el contrario, el mediano disminuyó un 3,6% ($ 640.281 en 2017 y $617.304 en 2018).
La experta de la USS, Daniela Catalán Ramírez, dio luces de cómo el sistema debería encaminarse para mejorar este escenario: “Por un lado debemos reconocer que se ha hecho un esfuerzo en modificar el sueldo mínimo de tal manera que favorezca tanto a la empresa privada como también a los trabajadores. Pero sin duda, podemos decir que aún es una tarea pendiente, aún debemos crear mayor inversión, generar las instancias para emprendimientos, pero que sean sostenibles en el tiempo, que genere rentabilidad, expansión económica, de esa manera podemos aumentar sin duda la demanda de trabajadores y, por tanto, aumentar el salario de equilibrio en nuestra economía”.
Finalmente, el seremi del Trabajo, Carlos Jara, se refirió sobre como el gobierno está buscando cambiar este entorno. “Mientras la economía crezca, las empresas lo van a hacer y van a mejorar las remuneraciones. Ahora, el cómo vamos a reactivar todo será con las medidas anunciadas por el gobierno”.