En paralelo, experta entrega consejos para que este instrumento financiero se transforme en un aliado y no en un dolor de cabeza. Clave es comprar bienes durables y aprovechar promociones para usarla sin cancelar intereses.
Un aproximado de 17,8 millones de tarjetas de crédito circulan hoy en Chile, de ahí la importancia de saber usar bien esta importante herramienta, cada vez más usada por las personas para realizar sus pagos.
En este contexto, cobra importancia una nueva herramienta on line que la Comisión Para el Mercado Financiero (CMF) puso a disposición de las personas, sistema que permite realizar simulaciones, calcular el monto de los intereses a pagar y el tiempo que se demorará en pagar lo adeudado, de manera tal de poder organizar mejor el plan de pago y la propia economía personal o familiar.
La institución también detalló, en las condiciones a considerar tras usar este simulador, que debe tenerse presente que pagando sólo el monto mínimo sugerido que aparece en el estado de cuenta, en algunos casos no se reduce la deuda de la tarjeta y, por el contrario, dicha deuda podría aumentar.
Esta última situación se produce cuando el pago mínimo sugerido no alcanza a cubrir los intereses del período.
De acuerdo a los datos de la Superintendencia de Servicios Financieros (Sbif), en Chile hay más de 22,3 millones de tarjetas de débito vigentes, mientras que las de crédito alcanzan los 17,8 millones.
Lo anterior, refleja un aumento de 35,1% y 171% respectivamente en los últimos 5 años.
El exponencial aumento de los plásticos se tradujo también en un crecimiento en la cantidad de operaciones que se realizaron con los mismos: entre diciembre de 2013 y el mismo mes del año pasado, las operaciones con tarjeta de débito incrementaron un 122%, totalizando 157 millones de pagos en diciembre de 2018.
No obstante, el uso de esta misma tarjeta para hacer giros en cajeros automáticos ha ido disminuyendo, pues a fines de 2013 correspondían al 32,2% de las ejecuciones de ese plástico y el año pasado alcanzaron sólo al 24,9%, retrocediendo más de 7 puntos porcentuales.
La secretaria de Estudios de Programas Advance Facultad de Economía y Negocios USS, Daniela Catalán, aconsejó que lo primero que se debe plantear es que una tarjeta de crédito puede ser su mejor aliada o convertirse en su peor enemiga si no existe un manejo responsable de las finanzas. Si la persona es capaz de utilizar de manera inteligente su tarjeta de crédito no verá afectado su flujo de caja.
“Lo ideal es no utilizar la tarjeta para adquirir bienes no durables, por ejemplo, compras de supermercado, si por algún motivo se deben realizar estas compras con este medio, es necesario que sean a una cuota y no en más. De lo contrario, la persona terminará pagando intereses por algo que ya no tiene. Si al mes siguiente tiene que endeudarse nuevamente en las compras de supermercado con la tarjeta de crédito, la deuda será insostenible en el tiempo”.