Economía y Negocios

Riqueza socioemocional es uno de los activos de las empresas familiares

En momentos de crisis, los valores familiares permiten a estas empresas superar los desafíos. En sus decisiones, entran en juego no sólo los aspectos económico-financieros.

Por: Silvanio Mariani 29 de Junio 2019
Fotografía: Diego Leiva

Riqueza socioemocional. Ese es un activo que distingue a las empresas familiares que perduran. En momentos de crisis, la riqueza socioemocional -en lo cual se incluyen los valores de la familia- permite a las empresas familiares tomar decisiones en que entran en juego no sólo los aspectos económico-financieros, sino también factores de base comportamental.

Esa es una de las conclusiones de la investigación “El desempeño de la empresa familiar en un escenario posterior al desastre: la importancia de la riqueza socioemocional y la influencia de la orientación emprendedora”, desarrollada por Orlando Llanos-Contreras y Manuel Alonso Dos Santos, académicos de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Católica de la Santísima Concepción. El trabajo contó con la participación de 320 empresas de la Bahía de Concepción que sufrieron el impacto del terremoto de 2010.

Orlando Llanos explica que a través del trabajo fue posible observar que las empresas familiares no tienen “aversión al riesgo” como se ha sostenido hasta ahora, sino que más bien tienen “aversión a la pérdida”, principalmente en aspectos que no necesariamente se reflejan en los Estados de Resultados de las compañías. Dadas las características de este tipo de organización, son muy valorados factores como la sensación de pertenencia, afecto e intimidad, la perpetuación de los valores de la familia en la empresa, la conservación del capital familiar y de la dinastía.

En palabras simples, las empresas familiares se esfuerzan por transmitir no sólo el patrimonio accionario, sino “la riqueza socioemocional” como un capital social que debe trascender las generaciones. Se valoran elementos como la perpetuación del nombre de la familia (empresa), el control de la empresa por la familia y el empleo de sus miembros, las necesidades de pertenencia, la preservación del capital social de la empresa que se basa o identifica con el nombre de la familia, la habilidad para ejercer la autoridad, la preservación de la dinastía familiar y la continuidad del estilo de vida familiar.

La investigación sobre las empresas familiares en Bío Bío recibió el premio Udem -Adalberto Viesca Sada- 2018 de la Universidad de Monterrey, como Mejor artículo de Investigación en Empresa Familiar Latinoamericana. También fue reconocida por el Global Innovation Knowledge Academy-Gika, Valencia (2018), al ser distinguido como uno de los mejores artículos presentados.

El trabajo, explicó Orlando Llanos, se ha desarrollado en el contexto de la Cátedra de Familias Empresarias que la Universidad tiene en conjunto con Familias Empresarias de Chile.

El peso de las empresas familiares en otros países

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