La Cooperativa Gente de la Tierra tiene 40 hectáreas que producen 500 toneladas al año, las que se destacan por su calidad.
En Tranaquepe, comuna de Tirúa, se inauguró el semillero de papas asociativo mapuche de la Cooperativa Gente de la Tierra, el que busca ser el principal proveedor de la Provincia de Arauco y, por qué no, del Bío Bío.
El presidente de dicha agrupación, Baltazar Carripán, destacó que se marcó la primera etapa del proyecto en una alianza público-privada.
“Estamos avanzando un paso más en nuestro gran sueño, que es convertirnos en los principales comercializadores de semillas de papas de la Provincia de Arauco, con nuestro aporte económico y el apoyo de Indap”, explicó el representante.
Es que las papas de esta zona gozan de prestigio. “Tiene buena fama. Se trata de un alimento muy arraigado en nuestra gastronomía por su versatilidad”, opinó la cocinera internacional, Montserrat Retamal.
Es por ello que para dar abasto con la preferencia de los consumidores, hoy cuentan con 40 hectáreas sembradas entre papas de consumo y semillas.
Al año, se obtiene una producción de 500 toneladas, las que venden a familias y locales comerciales de Tirúa y otras latitudes.
El director regional de Indap Bío Bío, Odín Vallejos, aseguró que este emprendimiento permitirá mejorar todavía más la calidad, permitiendo llegar a nuevos mercados.
“Es un ejemplo a seguir. Nos reafirma que la fusión entre lo público y lo privado está funcionando. Ellos han puesto su parte y nosotros como Indap los estamos apoyando con maquinaria agrícola (un tractor y una rotofresadora) y asesoría mediante el Programa de Asociatividad Económica (PAE), que busca mejorar la gestión organizacional y comercial, sin descuidar su rol social, de tal forma que la rentabilidad se traduzca en un beneficio para todos”, precisó la autoridad regional.
Indap Bío Bío
El programa PAE de Indap, que inició su trabajo con la cooperativa en diciembre de 2018 a través de una consultora, se está desarrollando según las intervenciones planificadas.
¿Cuáles? El desarrollo del negocio, apoyo tributario, capacitaciones, planificación comercial y acceso a fuentes de financiamiento.
Para los productores, se trata de una propuesta que revitaliza la producción campesina con identidad, reforzando el trasfondo cultural.
No por nada los españoles la llevaron a Europa en 1550, tardando dos siglos para convertirse en uno de los alimentos con mayor importancia en dicho continente.
A saber, se estima que en Chile hay al menos 200 tipos de papas que acompañan los más diversos platos servidos en casa o en restaurantes.
“Las papas nunca se van a dejar de consumir. Son parte de nuestra cultura gastronómica”, sentenció la cocinera internacional, Montserrat Retamal.