El Gobierno anunció modificaciones a la normativa que regula la pesca de la jibia, desatando el rechazo en todos los actores del mundo pesquero. Con el anuncio ha logrado no dejar contento a nadie.
S. Mariani | J. Ochoa | E. Mora
Fue como lanzar bencina sobre una chispa. El anuncio del Gobierno de que no objetará la eliminación de la pesca por arrastre, pero que ingresará un veto para incorporar nuevas técnicas para capturar la jibia logró instalar la disconformidad entre los actores de la pesca.
Las advertencias llegaron de inmediato. Pascual Aguilera, dirigente de la Coordinadora Nacional de Jibieros, anunció que si el Gobierno “no entra en razón y no promulga la ley que termina con el arrastre para la captura de la Jibia”, se radicalizarán aún más las movilizaciones artesanales. De hecho, Aguilera informó que el próximo lunes la Coordinadora Nacional de Jibieros se reunirá en Talcahuano para tomar acciones si el Gobierno insiste en aplicar veto presidencial.
Desde Ferepa Bío Bío, el dirigente Hugo Arancibia declaró que el anuncio “enrarece más el tema, porque los pescadores artesanales nos sentimos pasados a llevar” y, por ende, “se radicalizarán las posturas y las protestas en repudio a esa acción”.
El anuncio del gobierno tuvo un rechazo categórico también entre los trabajadores de la pesca industrial. Juan Carlos González, presidente del Sindicato de Capitanes de la Flota de Pesca Industrial, advirtió que el anuncio los deja “peor que antes”. González reprochó duramente al gobierno y declaró que los artesanales “no comen ni dejan comer”, puesto que sólo “capturan 130 mil de 160 mil toneladas que tienen autorizadas”.
Desde las empresas, la Asociación de Industriales Pesqueros, que representa a las compañías pesqueras de la zona centro sur y que agrupa a 20 plantas de proceso, envió un comunicado público en que aclara que la propuesta del Gobierno “no es viable para la pesca industrial, su flota de barcos ni para sus trabajadores”.
Asipes sostiene que el arte de arrastre de mediagua, no más permitido, según la Ley Corta, “es sostenible, altamente selectivo, no daña fauna acompañante, no toca el fondo marino ni que existe evidencia técnica o científica que avale su supresión, nuevamente no han sido escuchados y se ha optado por privilegiar argumentos falaces”.
Los Industriales Pesqueros lamentan la solución planteada por el Gobierno “a este grave conflicto social, pues no aporta en terminar con el problema, por eso, reiteramos nuestro llamado al diálogo informado, basado en la información técnica y alejado de la política contingente, y escuchando a los actores que conocen de los problemas y asuntos del país pesquero”.
La jibia pasó de ser una plaga que consumía los recursos de artesanales a producto gourmet que mueve más de 40 mil millones anuales en Bío Bío. En los últimos días, se convirtió en el molusco que literalmente ha dividido aguas y tiene enfrentados al gobierno, trabajadores artesanales e industriales.
Los trabajadores pesqueros industriales están en paro desde la semana pasada en rechazo a ley que prohíbe la captura de jibia con pesca de arrastre. Una serie de incidentes se registraron en distintos puntos de las provincias de Concepción y Arauco, con protestas y bloqueos de calles.
En su petitorio, los trabajadores solicitan que el Ejecutivo presente una serie de cambios en la normativa y solicitan la renuncia de los presidentes de las Comisiones de Pesca y del subsecretario de Pesca.
A su vez, los pescadores artesanales agrupados en la Condepp presentaron una querella “contra todos los que resulten responsables del delito de cohecho en la tramitación” de la ley de pesca. También han realizado protestas en distintas comunas de la Región del Bío Bío, rechazando la determinación del gobierno de impulsar el proyecto de ley que permite la línea de mano como único método de captura de la jibia. En medio de las manifestaciones, fueron incendiados dos camiones que se encontraban en la ruta 160, en el sector Ramadillas.
Con la decisión de veto por parte del Ejecutivo, los ánimos se enrarecieron aún más.
El Gobierno anunció ayer que en los próximos días enviará un veto presidencial aditivo, que incorpora “el cerco como arte de pesca”, además de la línea de mano o potera, para ser utilizado, tanto por el sector artesanal como industrial. Se informó también que el gobierno descartó objetar la eliminación de la pesca de arrastre contenida en la iniciativa que fue aprobada por amplia mayoría en el Congreso, la semana pasada.
El anuncio, que no tiene contento ni a artesanales ni a industriales, generó reacciones en el mundo político y académico, además de los trabajadores y empresas del mundo pesquero.