Dentro de lo esperado por la CNC está el ampliar la cobertura de la cláusula Pyme a todas las empresas que la Ley 20.416 considera como tales, y avanzar en descentralización.
“En lo técnico, esta reintegración de los sistemas permitirá que todos los impuestos pagados por las empresas, utilicen como crédito el pago que deben hacer los socios y accionistas, lo que será un beneficio que impactará a muchas Pymes, del orden de las 150 mil, según cálculos preliminares”.
Así grafica la importancia del proyecto de modernización tributaria que presentó el Gobierno, el economista de la Universidad de Concepción, Víctor Hernández.
La razón de este positivo impacto, explica, es que en la medida que una Pyme pueda utilizar como crédito sus utilidades, estas constituirán, también, un ingreso adicional al emprendedor o unidad productiva, ya que deberá tributar por eso, lo que significa que como se pagó una tasa de impuesto como ente persona, se puede usar como crédito para rebajar el total de impuesto en el global complementario.
Precisamente, esta es una de las temáticas prioritarias de la Cámara Nacional de Comercio. Su presidente, Manuel Melero, explicó que una reforma tributaria debiera estar enfocada en cinco grandes objetivos: incentivar el crecimiento y las ventas, generar empleos, potenciar la inversión, promover la transición de la economía informal hacia la formal y propender hacia una mayor descentralización para que las regiones puedan administrar sus propios recursos.
“Una carga tributaria mayor ha generado que Chile sea menos competitivo y ha significado un nivel de ingresos y de consumo más limitado para la población. Lo que un país como Chile necesita es sacar el máximo partido a los recursos que se canalizan al Estado para que este los retribuya con servicios de calidad y eficientes”, recalcó.
La institución propuso que se modifique la normativa ampliando la cobertura de la cláusula Pyme a todas las empresas que la Ley 20.416 considera como tales, que son las que registran ingresos por ventas de 100.000 UF.
También que se modifique la normativa que regula a los pequeños contribuyentes y que se contiene en los artículos 22 y siguientes de la Ley de Impuesto de la Renta, estableciendo que las micro empresas que son las que registran ingresos anuales iguales o menores a 2.400 UF, paguen el impuesto que el SII determine en función de los márgenes de la industria o un impuesto de un 20% aplicado sobre el 10% de sus ingresos, y que esto sea, a elección del contribuyente.
Además, que a estos contribuyentes se les presuman ingresos para justificar inversiones por el equivalente a 1.000 UF anuales; que el impuesto a los servicios digitales sea de un 19%, para que no se produzcan distorsiones en relación a otros servicios prestados o utilizados en Chile y que el impuesto se aplique solo sobre la comisión y no sobre el valor pagado, cuando el servicio que se presta sea solo de intermediación. Por ejemplo, con Uber o Airbnb.
“En cuanto a la promoción de la economía formal, si queremos ser un país desarrollado, con mayor bienestar social y reducir la pobreza y la desigualdad debemos rechazar la informalidad sin excepciones, y a la vez, resolver las causas que impiden la formalización. Este debate país no puede ser silenciado ni retrasado por ideologías políticas ni por conveniencias miopes de ciertos sectores”, enfatizó Melero.
En tanto, el economista de la UDD, Carlos Smith, estimó que en el segmento Pyme es donde se verá el mayor beneficio, partiendo por la menor tasa de impuesto propuesta. “Esto sería bastante importante para poder tener mayores recursos que puedan servir para aumentar la inversión”, estimó.
Por otro lado, agregó, la ampliación del tope para las empresas que podía tributar en el sistema 14Ter, que es mucho más simple y de menores costos para ellas, va a hacer que muchas Pymes puedan incorporarse, lo cual va en la dirección correcta en cuanto a cumplir con el principio de simplicidad, lo que facilita y reduce los costos del auto reporte que deben hacer las empresas para declarar sus impuestos, lo cual se complejiza y encarece en sistemas más complejos.
“También beneficia a que las personas dueñas de pequeños y medianos negocios que hoy no tienen equidad horizontal en el pago de impuestos. Hoy, dos personas que ganan lo mismo, pero la fuente de ingresos es distinta, una del negocio y otra de un trabajo asalariado, pagan distintos impuestos. El sistema estaba castigando al emprendedor, al que se arriesga, al no tener un sistema totalmente integrado. Con la modernización, volveríamos a que dos personas que ganan lo mismo, pagan los mismos impuestos, que es uno de los principios de un sistema tributario justo”.