Economía y Negocios

Seremi de Hacienda: “Ojalá, como gobierno, cada persona recibiera $500.000, pero qué negocio se sostiene pagando esos sueldos”

Aseguró que el reajuste propuesto de $301.000 está pensado para beneficiar a los trabajadores y solventar a las Pymes. Calificó el rechazo parlamentario como un “golpe” y “portazo” político, por lo que hizo un llamado a legislar “por el bien de todos”.

Por: Felipe Placencia 30 de Agosto 2018
Fotografía: Isidoro Valenzuela M.

El seremi de Hacienda Bío Bío, Cristian Muñoz Carreño, se siente cómodo en su oficina de calle Prat. Y se entiende: no es la primera vez que asume el mismo cargo. Lo hizo en el primer periodo de Sebastián Piñera. Es militante RN desde hace 30 años, desde los tiempos que era estudiante de contabilidad de la Universidad del Bío Bío, donde fue presidente de estudiantes en la transición a la democracia. Impulsó, incluso, lo que es actualmente el preuniversitario de esta casa de estudio superior. Tras titularse, siguió sus estudios para ser ingeniero comercial. Su amor por la UBB lo hizo asumir desafíos a contar del 2006: ser jefe de la carrera de Contabilidad y, también, director de la Escuela de Ingeniería Comercial. Por ende, dos veces a interrumpido este camino, pero asegura que era un deber necesario. De pasar de la militancia a un rol activo, donde pudiera ser actor de cambio desde el gobierno. No por nada, en el ambiente político, hoy es señalado como parte de los “viejos conocidos”, la triada completada por el actual seremi de Energía, Rodrigo Torres, y el titular de Economía, Mauricio Gutiérrez, quienes volvieron a asumir dichos roles. Y desde su sillón, con vista a la intendencia, hizo un llamado a los parlamentarios a apoyar el reajuste del sueldo mínimo de $301.000. Y si bien entiende que todos quieren que sea de $500.000, técnicamente es imposible.

– ¿Qué le parece el rechazo?

– Nos extrañó mucho la votación del Congreso del día de ayer, particularmente, porque estaba acordado. Había cifras que eran las correctas, que el periodo para negociar esto había sido bien considerado, que, efectivamente, entendíamos que nos evitábamos discusiones periódicas que, finalmente, se terminan empañando por la contingencia política. Para el país era positivo que el tema estuviera solucionado, para que las personas y las empresas también tuvieran la certeza de cuánto iban a hacer los incrementos de la remuneración mínima, que hoy ya significaban $10.000 pesos de forma inmediata, que en marzo del 2019 eran $301.000, en que la alzas futuras se vinculaban al nivel del crecimiento de la economía. Sin embargo, la sensación de que ayer no se llegó a un acuerdo es por que predominan costumbres, como algunos la llaman “ la vieja política”. En ese aspecto, siento que nuestros parlamentarios que están en la oposición todavía tienen una oportunidad, porque creo que este tema es muy importante para que no se vuelva a discutir. Habrá que buscar nuevamente los acuerdos necesarios. El ministro de Hacienda, el del Trabajo, van a estar de lleno trabajando para lograr los consensos necesarios. Efectivamente, por el bien de Chile, hay prácticas que deberían ser eliminadas y esta es una. Se quiso dar un golpe, de mostrar una fortaleza, pero creo que es más importante que nuestros trabajadores se sostengan en el tiempo.

– ¿Según usted, es un portazo técnico o ideológico?

– Es un portazo a la capacidad de dialogar, por una parte, y, otro, uno enorme a los trabajadores que iban a mejorar desde ya sus ingresos.

– Con esto serán dos meses que se perderán de recibir el beneficio. Y es la primera vez desde el retorno a la democracia que no hay acuerdo. ¿Qué le parece?

– Siento que, efectivamente, las formas que están ocupando en la oposición no corresponden a un Estado en que nos sentimos todos chilenos, en que tenemos que ser capaces de respetarnos, pero en que hay que velar por el bien común. Pudimos hacer las cosas mejor. La votación me parece injusta (55 a favor 64 en contra). Era un buen proyecto.

– Algunos parlamentarios y en la CUT que ha manifestado que este reajuste es poco para la realidad del país.

– En términos comparados es bueno.

– Pero hay gente que pensará que no es suficiente.

– Sí y esas mismas personas alaban cuando un país aumenta el sueldo mínimo, creo que 35 veces, ellos creerán que si lo aumentamos la gente va a ser más feliz. Ese país (Venezuela) , que tuvo que quitarle seis ceros a los billetes , no es el modelo. Debe haber equilibrio. En la economía, cuando tu otorgas algo, alguien lo debe financiar. El problema es que si los sueldos (el mínimo) crecieran de manera desmesurada y no tuviera una correspondiente correlación en los ingresos que se generan, esas empresas que generan empleo, no se lo darán en el futuro. Si los sueldos, sin ser muy técnico, tiene que ver con el ingreso marginal que genera el trabajo. Si no hay relación entre eso y el beneficio que se genera, eso termina siendo un costo para la empresa. Conozco el caso de un familiar, que entusiasmado por las buenas ventas que tenía empezó a contratar de dos, a cuatro, a seis. Terminó dando trabajo a 18. Finalmente, terminó quebrada. Mi hermana perdió el negocio. El problema está que cuando creces el ingreso a cinco y éste produce cuatro, esas personas terminan perdiendo.

– ¿Su hermana logró recuperarse?

– No. Partió con un pequeño local en una población, con su marido. Les iba bien. Llegó a tener todas estas personas, por que eran de la idea de que ningún cliente no fuera atendido. Había que tener dos turnos de nueve y se terminó perdiendo.

– Es decir, ¿aumentarlo desmesuradamente puede provocar esto?

– Siempre decimos que se debe ser muy cuidadoso con las fijaciones del sueldo mínimo. No es que no queramos pagar más. Ojalá, como gobierno, cada persona recibiera $500.000, $800.000 o un $1.000.000, pero qué negocio pequeño se sostiene pagando esos sueldos. Recordemos que esto no está asociado a todos los trabajadores, aquellos que tienen menores calificaciones. Si por ley seguimos subiendo, probablemente, generará un aporte marginal menor al que recibe y eso hace que, finalmente, el costo del trabajo se pone en riesgo. Si fuera por ser buena onda, generoso, claro, subámoslo. Sin embargo, no se puede.

-¿Cuál es su llamado seremi?

– Me atrevo, con el respeto que merecen los parlamentarios elegidos en la zona, humildemente, pedirles que piensen un poco más en los trabajadores que representan antes de generar una estrellita por darnos un golpe político. Estos duran muy poco. Lo que dura la noticia. Hay que pensar en Chile y eso hace que legislemos por el bien de todos.

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