Experto asegura que es una buena medida y recordó que existen variantes para implementarla. La autoridad ambiental estimó que se debe separar lo importante de lo urgente, alejando la opción.
La restricción vehicular siempre ha sido una medida controversial que divide a expertos y usuarios a la hora de implementarla para aminorar la congestión y la contaminación ambiental, dos problemas que están presentes en Concepción.
Dentro de los detractores de la medida se argumenta que genera a la larga que más autos transiten por las calles, ya que muchas personas ven en la compra de un segundo o tercer auto la solución para esquivar, en definitiva, la restricción.
Y así quedó reflejado en el último informe de mercado de la Asociación Nacional Automotriz de Chile, que da cuenta de una aumento de 39% en las ventas de abril en la Región Metropolitana, y un 22% acumulado al mismo mes respecto a 2017, siendo una de las causas la aplicación de la medida.
El gerente de Movilidad y Políticas Públicas del Automóvil Club de Chile, Alberto Escobar, planteó que siempre es una buena medida, y que por eso la entidad apoya la restricción vehicular, recomendando para Concepción una restricción por tramo horario más que total basada en dígitos, haciendo hincapié que existen distintas modalidades para hacer efectiva la medida.
“Es muy útil, pero hay que tener coraje político para implementarla. En Santiago quedó corta con un dígito, porque creemos que si ayudaría a la descongestión y descontaminación de Santiago, ya que con esta medida se mejoran los flujos, lo que igualmente favorece la menor emisión de contaminantes a la atmósfera, por haber menos autos y máquinas en ralentí. Lamentablemente, las ciudades deben llegar a altas tasas de congestión para que finalmente el auto particular vaya en retirada”, enfatizó el experto en movilidad y políticas públicas.
Consultado sobre la potencial compra de más autos para esquivar la restricción, Escobar dijo que es algo que se esboza, pero lo que han notado en la experiencia internacional, dijo, es que eso no ocurre.
“Sobre todo acá, porque la restricción está basada en un año específico, por lo que la gente cambia de año, mejorando la tecnología. Un auto cada año va perdiendo eficiencia en control de emisiones, por lo que mientras más antiguos, más contaminan. Por eso, la restricción vehicular apunta a la larga al cambio de tecnología”.
Sin embargo, acá se dimensiona un daño colateral de la restricción capitalina, ya que la venta de vehículos usados se incrementa por efecto del retiro de unidades que no cumplen la norma en Santiago. “Esto significa que incorporaremos a nuestro parque vehículos con menor performance respecto de su condición de agentes que emanan polución”, advirtió el director de Ingeniería en Mecánica Automotriz y Autotrónica de Duoc UC sede Concepción, Esteban Jarpa.
El seremi de Medio Ambiente, Mario Dellanays, estimó improbable adoptar la medida hoy en Concepción, dado que según el último inventario de emisiones, las fuentes móviles (que incluye el transporte en general), sólo aporta el 5% de las emisiones totales.
“Tendría un efecto si se quisiera atacar ese 5%, pero la prioridad está en las primeras dos componentes: la residencial (leña) e industrial. Es decir, es necesario separar lo importante de lo urgente”.
Por su lado, el gerente de Ventas de Sergio Escobar, Julio Cartagena, reconoció que, en general, las medidas de restricción dan como resultado aumento de ventas, debido a que personas tienden a renovar por un mejor año y tener una máquina de alternativa.
“Ahora bien, si me refiero a la congestión de los vehículos, que es lo que más nos afecta en Concepción, creo que la aplicación de restricción de circulación tendrá muy poco efecto. Además, es importante recalcar que siempre debe ir de la mano de un plan de crecimiento de calles o nuevas vías, así como también de mejores alternativas de transporte público”.