Las cifras las entregó el gerente de Movilidad y Políticas Públicas del Automóvil Club de Chile, Alberto Escobar, en inauguración de la nueva sucursal de Concepción ubicada en Caupolicán 85.
El gerente de Movilidad y Políticas Públicas del Automóvil Club de Chile, Alberto Escobar, explicó que la siniestralidad vial es el principal problema mundial de salud, económico y social existente en la actualidad, porque mata a más gente que cualquier otra cosa. “La seguridad vial va mucho más allá de subirse a un auto, tiene que ver con múltiples dimensiones, desde la educación escolar, las responsabilidades personales de peatones y conductores, pero también con la forma de construir carreteras y automóviles”.
El Automóvil Club de Chile cumple 90 años y los más antiguos en el mundo datan de hace 120 años, y surgen para incentivar el automovilismo y el turismo, pero hoy, tras un siglo, están para desincentivar el uso del auto particular y promover las otras formas de movilidad. Asimismo, los automóvil club se encuentran agrupados a la Federación Internacional del Automóvil, que representa 120 millones de conductores en el mundo. Son 240 clubes en el orbe. “Uno de los mandatos que tienen hace seis años, es la de reducir la mortalidad en el mundo y Naciones Unidas llaman a todos los actores a contribuir a esto, incluyéndonos”.
Por lo anterior, la entidad tiene un departamento de Investigación de la cultura vial, somos consultores de gobiernos para la confección de políticas públicas y creamos nuestras propias campañas de políticas públicas para generar conciencia. Desde el punto de vista más práctico, debemos generar cierta estrategia para que tengamos mejores conductores y de todos los tipos, no sólo particulares: conductores profesionales de buses, transporte de carga, cargas peligrosas. En este sentido, la inauguración de esta nueva sede creemos será un aporte a la sociedad de la Región del Bío Bío, ya que no sólo se podrá aprender a manejar, sino que afinar habilidades para los oficios, como el transporte de carga y pasajeros, ya que contamos con simuladores que complementan la formación de las personas, todo muy relevante para una zona industrial como lo es Bío Bío”.
¿Cómo ves el constante crecimiento del parque automotor?
Chile, pese a ser un país muy largo, tiene comportamientos muy similares, es decir, lo que ocurre en Santiago, es aplicable a cualquier capital regional: una excesiva motorización de autos particulares, un desmedro del transporte público que raya en lo patológico, ya que todo el mundo justifica el moverse en auto particular. Se dice “no tengo otra opción que usar el auto”, creo que hay que ser más justo y decir “yo tengo mucho más opciones que otros”, o sea, la cosa es al revés. Queremos remecer las conciencias de las ciudades que ven que la única solución es el transporte privado. En el mundo la cosa es al revés, las soluciones son el transporte público y las otras formas de movilidad. Debemos hacer entender a las personas que a mayor parque, mayor será la congestión y la contaminación, y no sea cosa que después nos pasen la cuenta. El conductor que alega por la congestión no se da cuenta que el mismo es parte del problema.
¿La restricción vehicular es una solución?
Nosotros la apoyamos y creo que quedó corta con un dígito, porque creemos que ayudará a la descongestión, pero no a la descontaminación en el caso de Santiago, aunque siempre con esta medida se mejoran los flujos, lo que igualmente favorece la menor emisión de contaminantes a la atmósfera.
Lamentablemente, las ciudades deben llegar a altas tasas de congestión para que finalmente el auto particular vaya en retirada.
¿No se aumentará más el parque con la compra de un segundo vehículo?
Es algo que se esboza, pero lo que nosotros hemos notado en la experiencia internacional, es que eso no ocurre y sobre todo acá, porque la restricción está basada en un año específico, por lo que la gente cambia de año, mejorando la tecnología. Un auto cada año va perdiendo eficiencia en control de emisiones, por lo que mientras más antiguos, más contaminan. Por eso, la restricción vehicular apunta a la larga al cambio de tecnología.