La abogada de origen penquista y radicada hace años en Illinois, Teresa Oyanedel, explica en detalle los permisos L-1A, L-1B, E-1 y E-2 .
Teresa Oyanedel creció en Talcahuano. Desde niña le encantó el inglés y tras salir de la enseñanza media a los 18 años, decidió irse a Estados Unidos sola. Allá hizo una vida. Su meta era ser abogada y lo cumplió en la universidad de sus sueños, la prestigiosa Southern Illinois University School of Law. Hoy en sus cuarenta, tiene tres hijos y cursa con mucha dedicación un Juris Doctor.
Durante el verano realizó trabajos en las oficinas de ProChile Concepción. Es que la tierra a veces llama. Y como una forma de retribuir sus logros, realizó hace un tiempo en la Universidad San Sebastián una charla de cómo vivir en Estados Unidos con visas destinadas para inversionistas.
¿Cuáles son? Se trata de la L-1 A, L-1 B, E-1 y E-2. “Hay que entender muy bien qué requisitos tienen. Todo depende los objetivos que la persona de negocios quiera desarrollar allá”, explicó Oyanedel.
La denominada L-1 permite que un empleador estadounidense transferir a un ejecutivo o gerente desde una de sus oficinas afiliadas en Chile a una del país de origen.
Igualmente, que una compañía en Chile, que todavía no tiene una oficina en el país del norte, logre enviar un ejecutivo o gerente con el propósito de establecer una oficina.
Es así como esta se clasifica en L-1A, que se destina a personas empleadas en capacidad gerencial o ejecutiva. Luego la L-1 B para aquellos que tengan especialidades.
¿Qué se debe hacer? Oyadenel detalló que se debe presentar el formulario I-29 a la USCIS, acreditando la relación del dueño de la empresa entre ambos países basada en propiedad y control, entre otros tres aspectos.
Si la solicitud es aprobada, se recibirá un formato I- 797 , lo que permitirá finalmente al interesado solicitar la ansiada L-1A o L1B en el Consulado de Santiago.
Se debe adjuntar documentación, como un respaldo de si el interesado tiene educación superior, un curriculum detallado al interior de la firma, entre otras.
Si llega ser aceptado, para ambas modalidades, tiene una durabilidad de un año si llega a crear una nueva empresa. Tres años máximo si es transferido a otra oficina.
La especialista precisó que para la L-1A la estadías se puede extender hasta los siete años y el L- 1B hasta cinco. Es más, después de un año se puede llenar el formulario para la residencia permanente que es el I- 485.
“Ambas visas permiten a un ciudadano de un país que tenga un tratado comercial con Estados Unidos vivir con su familia allá mientras dure su negocio”, indicó Oyanedel.
Las dos tipologías tienen una duración de dos años. No obstante, ambas se pueden renovar por dos más. Incluso, no hay límites para hacerlo. Pueden ser indefinidas y dependen del éxito del negocio.
Dentro del proceso de obtención hay pasos a seguir y son cinco. El primero: cumplir con el DS-160 para el aplicante y cada familiar.
Segundo: pagar los costos de esta que alcanza los US $ 250. Si se comete un error, debe volver a cancelar.
Tercero: enviar los antecedentes más documentos por email a la embajada de Estados Unidos en Santiago. Cabe resaltar que estos deben ser llenados en inglés. Lo otro, para el E-1 no requiere una estrategia de negocios. El E-2 sí lo necesita.
Cuarto: después de todo lo anterior, el o los interesados recibirán un correo de confirmación de que la postulación fue aceptada o si hubo errores.
Quinto: si todo sale bien, llegará una invitación por correo electrónico para una entrevista personal (menores de 14 no son llamados). En el caso de ser aprobado, la esperada visa será enviada por correo DHL.