Economía y Negocios

Intendente Ulloa se abre a reformular la Estrategia Regional de Desarrollo

Por: Felipe Placencia 24 de Marzo 2018
Fotografía: Isidoro Valenzuela M.

Tras reunirse con el directorio de Corbiobío, se analizó la relevancia de contar con un plan acorde al nuevo territorio. La internacionalización es clave para fomentar el desarrollo económico.

El nuevo intendente Jorge Ulloa tiene un desafío: seguir impulsando la internacionalización de la Región del Bío Bío, tanto  a nivel de exportaciones como en la tarea de atraer inversiones desde el extranjero.

Para ello, la Estrategia Regional de Desarrollo, ERD, es vital, sin  embargo, la separación de Ñuble deja un vacío y, por ende, una eventual modificación  suena fuerte.

Ulloa, al ser consultado por Diario Concepción tras participar de la primera reunión con el directorio de  Corbiobío hace unos días, proyectó un eventual escenario y que para contrarrestar la baja, la entidad solicitó que se apoye levantar  la Macro Región Bío Bío Ñuble, junto con observar minuciosamente la ERD.

“Más que modificarla,  hemos coincidido en que hay que reorientarla, porque claramente tenemos una importante porción de la actual Bío Bío que deja de serlo”, dijo Ulloa sobre la utilidad del  instrumento.

Anteriormente, el ex intendente Rodrigo Díaz, había encomendado a Desarrolla Bío Bío (corporación público privada), al mando de Roberta Lama Bedwell, que propicie las bases para un plan de trabajo en miras de una Región abierta al mundo.

Algo que la propia Lama ha calificado como la “paradiplomacia”.

Inclusive, el 20 de marzo se inició el proceso de licitación para el denominado “Estudio de línea base y consolidación de información existente para el levantamiento de la política de internacionalización y generación de la hoja de ruta en materia de internacionalización para la Región del Bío Bío, a través de un proceso colaborativo y de participación activa”, se consigna en el sitio web.

Desafíos del Bío Bío hacia el exterior

Hay logros innegables, por ejemplo, el gran acercamiento con países como China ha traído resultados. El año pasado se realizó con éxito el Bío Bío Week China.

Sin embargo, hay debilidades que se deben enfrentar. Una de ellas es la alta concentración: el 75% de las ventas al exterior del Bío Bío son sólo forestales y el 10% de las empresas más grandes reciben más del 90% de los retornos totales.

“Esto se traduce en concentración de la riqueza en algunas pocas empresas de tamaño grande”, advirtió la directora de Postgrado y Desarrollo Profesional de la Universidad San Sebastián Sede Concepción, Sandra Ibáñez Hinojosa.

Por otro lado, más del 90% del valor exportado corresponde a materias primas con escaso valor agregado (celulosa, madera aserrada, fruta fresca, harina de pescado, entre otras).

Y más de la mitad de las pequeñas empresas que logran realizar una exportación, no continúan haciéndolo después de dos años, debido a su incapacidad de competir.

En cuanto a las amenazas hay tres bien definidas. “Baja del dólar y aumento de los costos en pesos, especialmente en valor de la mano de obra, energía y disponibilidad de agua. El fortalecimiento del peso chileno obliga a empresarios a bajar sus costos, lo que requiere necesariamente de incorporar mejor tecnología e innovación en todos los procesos”, explicó Ibáñez.

Por otro lado, hay una pérdida de ventajas en materia arancelaria, por avances de países competidores que han logrado acuerdos comerciales con grandes mercados, similares a los obtenidos por Chile en la década pasada.

Es que tener arancel cero ya no es una exclusividad. “A ello se suma una menor adhesión política en el mundo a las ventajas del libre comercio: ejemplo es retiro de Estados Unidos del TPP tras elección de Trump”, enfatizó Ibáñez.

El déficit de capital humano con formación profesional orientada al comercio exterior es otro de ellos.

Los empresarios Pymes revelan su inseguridad al momento de salir al extranjero. Poco conocimiento de las normas internacionales, de las certificaciones y exigencias de los mercados más desarrollados. Productos chilenos se venden como materia prima y tienen menos aceptación cuando se les agrega valor porque no se han adaptado a los gustos y preferencias de los consumidores extranjeros”, alertó Ibáñez. No por nada su casa de estudios  tiene este año dos  carreras para responder a esta barrera: ingeniería en comercio internacional. La otra: logística y transporte.

Los aspectos positivos

Pero no todo es negativo. La Región posee un importante dinamismo exportador, con ventas al exterior que bordean los US$5 mil millones y más de 600 empresas exportadoras.

“El sector forestal es altamente competitivo y se ha diversificado con rollizos pulpables y celulosa en la década de 1990. Hasta las partes y piezas para muebles y construcción. De la madera se elaboran más de un centenar de  diferentes elaboraciones en la actualidad”, puntualizó Ibáñez.

Por otro lado, el segmento pesquero  ha logrado superar las crisis por agotamiento natural del recurso (jurel, merluza y loco) y ha sabido agregar valor  y desarrollar otros nuevos con alto potencial (calamar gigante o algas), “además de avanzar en el procesamiento de cultivos acuícolas”, señaló la autoridad académica.

El área agropecuaria, por su parte,  ha mostrado un sostenido crecimiento en los últimos cinco años, enfocado en nuevos cultivos de alto valor: berries (con un sitio de inspección Usda, SAG y Asoex en cabrero) , cerezas, espárragos, nueces y avellano europeo.

Esto por  el fuerte aumento en la superficie plantada  combinado con la construcción de nuevas plantas para congelados, deshidratados liofilizados y procesados.

El sector vinos vive un auspicioso momento con la revalorización de cepas patrimoniales de Itata y el Bío Bío  (país, cinsault, moscatel de Alejandría) y la exportación de botellas a Europa, Japón, China y Estados Unidos.

Igualmente, está el sector servicio. “Es un grupo de empresarios emergentes, que aprovecha el know how adquirido en el área minera, forestal, pesquera, ingeniería, arquitectura, diseño y artes visuales, para venderlos al mundo”, resaltó Ibáñez.

Oportunidades

Y también hay coyunturas positivas. Ibáñez detectó tres.

“La Región posee las herramientas de su sector público y privado para apoyar y fortalecer a las empresas exportadoras, para mejorar su competitividad y ayudarles a innovar”, opinó.

Agregó que los avances tecnológicos disponibles en Chile pueden ser puestos a disposición de los sectores productivos tradicionales de la Región para lograr aumentar la producción y al mismo tiempo disminuir sus costos de energía y requerimiento de agua.

“Las universidades tienen un papel importante que cumplir para mejorar la competitividad de las empresas exportadoras regionales, a través de la transferencia de tecnología y la formación de capital humano especializado en comercio exterior”, finalizó la experta.

Importancia de la ERD

Es por ello que  la Estrategia de Desarrollo Regional, que delimita líneas de acciones entre el año 2015 y 2030 es de gran relevancia. De acuerdo a Desarrolla Bío Bío, en un seguimiento determinó que un 91.3% de los encuestados respondió conocerla, un 42,6% la  ha leído al menos una vez  y un 39,3% un par de veces.

De ahí que el empresariado y el sector público estén atento con el devenir de la ERD en la administración del intendente Jorge Ulloa.

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