Economía y Negocios

El desafío de lograr una matriz energética cada vez más limpia, segura y diversificada

Por: Diario Concepción 20 de Marzo 2018
Fotografía: Archivo/Diario Concepción.

Flor Rivera Bocanegra
Académica de Ingeniería Comercial
Universidad San Sebastián

El país está avanzando significativamente en la generación de Energías Renovables No Convencionales (Ernc) principalmente por proyectos del tipo solar fotovoltaico y eólico.20

Para Chile, llegar a ser un país desarrollado implica no solo cumplir con objetivos macroeconómicos que contribuyan a un crecimiento sostenido, sino también lograrlo mediante el uso de energías limpias, renovables, seguras, económicas y propias. Sin embargo, aún existe una fuerte dependencia de fuentes no renovables.

Al año 2016, el 73,2% de la matriz energética primaria es representada por combustibles fósiles: como petróleo (41,1%), carbón (20,3%) y gas natural (11,7%), según International Energy Agency, 2018.

En este contexto, Chile ha visto la necesidad de analizar la existencia de otras fuentes de energía y, dadas sus condiciones geográficas, estudiar el potencial de implementar proyectos basados en Energía Renovables No Convencionales (Ernc) como: solar, eólica y geotérmica. Tal es así que, en el 2015, Chile por primera vez se ubicó entre los diez países a nivel mundial con mayor inversión en Ernc, equivalente a USD 3.400 millones en proyectos, lo que representó un crecimiento anual de 151% respecto al año anterior, según Deloitte, 2016.

Además, Bloomberg New Energy Finance y el Banco Interamericano de Desarrollo, en 2016 ubicaron al país en el tercer lugar del ranking global que mide el atractivo de inversión en energías renovables y lucha contra el cambio climático.

Expectativas

El desafío de largo plazo es avanzar en la transformación de una matriz de energía eléctrica cada vez más limpia, diversificada y segura, incentivando el uso de energías más compatibles con el medio ambiente y la sociedad. En este contexto, las iniciativas estatales para la generación y transmisión de fuentes de Ernc han impulsado una participación importante en la matriz energética nacional.

En Chile, entre el año 2006 y 2016, la proporción de Ernc en evaluación o construcción aumentó considerablemente del 3% al 52% del total de proyectos energéticos. De estas tecnologías destacó la solar fotovoltaica con un 69% de los proyectos de Ernc, proyectada principalmente para las regiones de Antofagasta y Atacama; mientras que el 19% correspondió a proyectos de energía eólica, en su mayoría en las regiones de Atacama y Bío Bío. Por otro lado, del total instalado, la proporción de Ernc aumento de 2,7% en 2009 a 12,5% en 2016, según Deloitte, 2016.

Considerando estos resultados, y con miras a seguir los principales lineamientos de la Política Energética de Chile, la Ley 20.698 aumentó la meta estimada de generación eléctrica de Ernc a un 20% en el 2025, es decir, un 10% superior a la cuota impuesta en el 2024 por la anterior Ley 20.257. Estas proyecciones apuntan que al 2035 el 60% de matriz energética provenga de energías renovables y al menos un 70% en el año 2050.

No obstante, gran parte de esta meta podría hacerse efectiva antes de lo previsto dado el reciente aumento en el número de proyectos de energía solar fotovoltaica y eólica, que en la actualidad están en etapa de evaluación ambiental o en construcción. Algunos de estos proyectos comenzarán a operar en agosto del 2018, entre ellos: los proyectos solares fotovoltaico “Guanaco Solar” y “Valle Solar”, ambos ubicados en la Región de Antofagasta, y “Quillague II” en la Región de Atacama.

Ambiciosa meta

Estos escenarios esperanzadores han motivado a nuestras autoridades a subir la apuesta: mientras la última agenda energética del gobierno de la expresidenta Michelle Bachelet propuso como meta llegar al 2050 con un 90% de Ernc; una de las declaraciones de campaña del actual Presidente Sebastián Piñera fue llegar al año 2040 con una matriz energética “100% limpia y renovable”, también anunció la creación de un fondo por US$ 85 millones para proyectos concursables.

El país está comprometido en seguir avanzando con una matriz energética diversificada y cumpliendo con el compromiso internacional de alcanzar un sistema de energía libre de emisiones CO2.

Para llegar a esa meta, analistas de Global Climatescope 2017 estiman que Chile necesitaría construir 5 GW de plantas solares y 3 GW de viento, lo cual es cinco veces la capacidad solar del país y tres veces la capacidad eólica a partir de diciembre de 2016. Esto asciende a un total de $ 13,4 mil millones, siendo un monto menor del total de $ 15 mil millones invertidos en plantas de energía limpia en Chile 2007-2016; sumado a que, en los últimos años, el costo de la tecnología usada para generar recursos Ernc se ha ido reduciendo significativamente. Entonces, el total invertido puede reducirse aproximadamente a $7 mil millones para el año 2030, en efecto, de cumplirse este panorama se espera una mejora en la economía chilena.

Si bien el sector Energía ha contemplado el desafío de encontrar soluciones amigables a los retos económicos, ambientales y sociales, no se ha visto exento de conflictos socio ambientales en el desarrollo de proyectos energéticos. Varios se encuentran paralizados principalmente por la oposición ciudadana, crecimiento de la demanda eléctrica y un cambio de enfoque en el desarrollo de las empresas.

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