Economía y Negocios

Empresas de la Región del Bío Bío bajan su tasa de innovación en últimos tres años

Por: Javier Ochoa 11 de Marzo 2018
Fotografía: Isidoro Valenzuela M.

La zona bajó desde la medición de 2013, explicado básicamente por el mayor crecimiento económico  en ese periodo. El desafío es mejorar la relación entre empresas y acceso a financiamiento público.

En Chile, la tasa de innovación, la cual establece el porcentaje de empresas que realizaron algún tipo de innovación en Productos, Procesos, Organizacional o Marketing durante 2015-2016 fue de un 15.1 %. Esto representa una baja de 1.5 puntos porcentuales en comparación al último estudio realizado en 2013-2014, cuya tasa llegó a 16.6 %.

En tanto, en la Región del Bío Bío, en relación a la última encuesta (la novena, de 2013) la tasa de innovación empresarial cayó (14,4% versus 10,5% actual), perdiendo varios lugares en el ránking interregional.

Hoy es la segunda Región que menos innova.

¿Cómo se explica esta baja tasa?

El académico de Ingeniería Comercial de la Universidad San Sebastián, Javier Irarrázaval Lazcano, destacó que en la fotografía actual la Región es poco innovadora, pero lamentó que hace tan sólo unos años la situación no era así.

“En parte, la baja se explica porque el 2013 fue un año económicamente muy sólido, con alto crecimiento y grandes expectativas, y por lo tanto con gran innovación. No así el 2015, año en que como país crecimos un 2,2% y es razonable que se haya innovado menos”.

Además, añadió, al desglosar la tasa de innovación, ésta se compone de innovación tecnológica (productos y procesos) e innovación no tecnológica (organizaciones y marketing). “Bío Bío está en los últimos puestos del ránking interregional en ambos subindicadores. En el primer tipo de innovación la Región está 12° en el ránking interregional, y en el segundo tipo está 14°. La principal falencia entonces está en la innovación no tecnológica”.

¿Cuáles son los desafíos?

Irarrázaval sostuvo que se observa que la Región del Bío Bío es además pobre en acciones de cooperación con empresas del mismo rubro, y poco eficiente en la obtención de financiamiento público concursable. La Región debiera entonces concentrarse en potenciar ambos indicadores.

Una forma de hacerlo es fomentando encuentros empresariales que mejoren la comunicación y confianza entre las empresas regionales. Se podría potenciar los gremios locales, y de hecho uno de los temas que enfrentará el próximo presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) es justamente la descentralización y la articulación de algunos gremios nacionales que aún no tienen presencia regional.

Los datos

Con respecto al gasto en actividades innovativas, el año 2015 se gastó $1.614 millones correspondiente al 1 % del PIB mientras que el año 2016 se gastó $1.799 millones también correspondiente al 1 % del PIB.

En cuanto a sector económico, Suministro de agua; evacuación de aguas residuales, gestión de desechos y descontaminación es el sector económico que presenta la mayor tasa con un 41.7 %, seguido de  Información y comunicaciones con un 34.3 %.

Al desglosar la tasa de innovación de acuerdo al tamaño de la empresa, se mantiene la tendencia de que las grandes son las que más realizan innovación. Para los años 2015-2016, el 29.4 % de las grandes empresas realizaron innovación, mientras que según la encuesta anterior la tasa llegó a 31.9 %.

La segunda Región de Antofagasta es donde más se realizó innovación con un 21.6 % de las empresas, seguida por la I Región de Tarapacá con un 20.6 %.

 Importancia del Pacyt

El gerente de la Cámara de la Producción y del Comercio de Concepción, Ronald Ruf, dijo a este medio que la Región del Bío Bío se proyecta como un polo de desarrollo nacional para la innovación y el desarrollo de tecnología, apoyada por el proyecto del Parque Científico y Tecnológico, Pacyt, y otras iniciativas que apuntan precisamente a generar, desde esta zona, modelos de negocios y herramientas que promuevan los cambios que el país requiere para enfrentar y competir codo a codo con la industria mundial.

“No obstante, para contar con ellos, es necesario generar previamente cambios de paradigmas, de reaprender a mirar el mundo y cómo nos lo solucionamos en el largo plazo, y acá las autoridades tienen una tarea por cumplir. En eso Asia nos lleva la delantera, pues su visión no tiene un plazo de meses, sino de años y en ocasiones de décadas, ya que toda innovación supone ensayo y error, mejoras y sin duda, consolidación”.

En esta materia, agregó Ruf en su oportunidad, la educación juega un rol clave.

“Hoy los niños vienen con una concepción del mundo que es diferente a la que teníamos quienes somos adultos. La globalización y el acceso a la información, permite a las nuevas generaciones plantear soluciones de manera práctica y con una lógica que además incorpora el respeto por el medioambiente”.

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