Economía y Negocios

La controversia con el Doing Business y sus efectos

Por: Diario Concepción 23 de Enero 2018
Fotografía: Cedida

Por: José Ignacio Hernández
Académico Programa Advance FEN
Universidad San Sebastián

La semana pasada, Paul Romer, economista jefe del Banco Mundial, realizó una serie de declaraciones sobre aparentes irregularidades en el ranking de competitividad “Doing Business” de la institución. Romer afirmó que un cambio de metodología habría tenido motivaciones políticas y habría afectado especialmente a Chile.

Las reacciones en nuestro país no se hicieron esperar, tanto del mundo político como de la academia. Considerando la relevancia de la venida del papa a nuestro país, la agenda noticiosa fue excepcionalmente nutrida de declaraciones del actual gobierno y la oposición, repudiando desde ambos bandos la situación y exigiendo explicaciones a la institución internacional. Algunas opiniones, bastante poco razonables a mi juicio, incluso alegaban una supuesta trama de manipulaciones por parte de un sector para verse beneficiado en términos electorales. Varios economistas han dado su opinión respecto de las potenciales consecuencias que podría haber tenido esta situación sobre la economía chilena.

Sin embargo, nadie estaba preparado para lo que vino después: el Banco Mundial desautorizó a Romer, quitándole el apoyo respecto de sus declaraciones y, casi inmediatamente, el economista se retractó de sus dichos.

¿Qué es?

Pero, ¿qué es este ranking que se ha vuelto tan famoso en los últimos días? Así como nosotros buscamos dejar nuestros ahorros en las mejores manos, los inversores no hacen nada distinto: buscan el lugar más conveniente para invertir su capital.

Para garantizar una buena inversión, es necesario recopilar información relevante acerca del entorno del país en que van a desarrollar el negocio. El reporte “Doing Business” analiza diez dimensiones en particular: barreras de entrada a la inversión, manejo de permisos de construcción, obtención de electricidad, legislación de propiedad, mercado del crédito, protección a inversionistas minoritarios, impuestos, comercio internacional, cumplimiento de contratos y resolución de insolvencia. Cada una de las dimensiones del reporte genera un indicador y estos, en conjunto, generan la clasificación de países de acuerdo a su “facilidad” para poder hacer negocios.

Si bien las decisiones de hacer negocios pasan por un proceso complejo, el reporte “Doing Business” entrega una síntesis bastante informativa respecto de las variables más relevantes a la hora de levantar un negocio. Si los inversores buscan un lugar donde llevar su capital, lo harán donde las condiciones sean más favorables. La llegada de más inversión a un país no es trivial en términos económicos, dado que ésta se traduce inmediatamente en nuevas empresas e iniciativas, lo cual a su vez permite aumentar la recaudación del Estado para financiar programas sociales (que van en su mayor parte dirigidas a los sectores más vulnerables). Además, la generación de nuevas empresas también tiene consecuencias en el mercado del trabajo, permitiendo una disminución de los niveles de desempleo.

Efectos

¿Cómo nos afecta la polémica sobre este ranking? En primer lugar, debemos tener claro que esto es una disputa más política que académica o técnica. No es la primera vez que Paul Romer choca con la cabeza del Banco Mundial y la institución ya había reducido sus responsabilidades una vez. Por otro lado, ¿cuál es la verdadera posición de Chile en términos de competitividad? Tal vez esa pregunta no la podamos responder en el corto plazo, aunque el Banco Mundial haya anunciado una investigación sobre los hechos, los plazos en que se mueven las instituciones internacionales son bastante extensos y, mientras tanto, seguiremos en la interrogante respecto de cuál era nuestra verdadera posición en el ranking y, naturalmente, cómo nos podría haber afectado toda esta situación.

¿Y qué podemos decir del futuro? Es un golpe duro a la credibilidad del Banco Mundial, sobre todo considerando el desarrollo de la historia. Este juego de declaraciones entre el economista jefe contra los directores de una misma entidad (que Sebastián Edwards calificó genialmente como digno de una novela turca) sólo sigue hundiendo la confianza sobre cómo funciona este pequeño gran mundo de las instituciones internacionales.

Sin embargo, la historia ha sido evidente sobre la resiliencia de las instituciones cuando estas adoptan las medidas adecuadas para enmendar el daño, pero toma tiempo y requiere dejar que los ánimos se enfríen.

En el caso de Chile, la historia está a nuestro favor. Hemos logrado generar una imagen favorable respecto a nuestra posición como un país con instituciones sólidas y una política macroeconómica estable, lo cual es un punto fuerte a la hora de recibir nueva inversión, e incluso podríamos salir fortalecidos para el futuro.

Al final del día, esto nos enseña (nuevamente) lo valiosa que es la confianza, y cuán fácil esta puede ser dañada por emitir una declaración sin pensar en las consecuencias, además de las dificultades que genera la falta de coordinación dentro de una misma institución.

Etiquetas