La asignación es vista como una señal positiva en medio de un mercado complejo. Tal es el optimismo que se planea encender el emblemático alto horno número dos.
Se siente el optimismo en las dependencias de CAP Acero en Talcahuano. Luego de un año de incertidumbre de si recibían o no apoyo para contrarrestar la competencia China, situación que finalmente ocurrió, por estos días están enfocados en renovarse.
Prueba de ello es el plan para cambiar las dos convertidoras de acero, proceso que conllevará invertir US$ 8 millones.
Durante esta semana llegó la primera unidad desde Santiago en un peregrinaje de tres camiones que tardaron tres semanas para arribar al Gran Concepción.
Mientras que la segunda se espera que se instale prontamente, no sin antes dejar todo en marcha esta primera etapa.
As bajo la manga
Y hay otro as bajo la manga por parte de los ejecutivos de esta histórica firma.
De acuerdo al jefe de ingeniería de planta, Jean Paul Sauré, hay otro desafío a futuro: volver a encender el emblemático alto horno número “dos” (más grande que el actual “uno”) suspendido tras la crisis de hace unos años.
Esto se llevaría a cabo no sin antes una exhaustiva mantención que igualmente conllevará a una inyección monetaria de relevancia para la Región.
Eso sí, advierte que aún no se aprueba la operación, pero se trabaja para ello.
De encenderla, se apagaría el actual, que es relativamente más pequeño, rindiendo unas 720.000 a 750.000 toneladas al año, por lo que el sueño de tenerlos funcionando al mismo tiempo todavía no es posible.
Y si bien el aumento de producción involucra sólo un par de miles de kilos más, el anuncio viene a ser otro impulso más a la moral de esta empresa que ha sorteado serias dificultades. Incluso, con el riesgo de cierre.
Es por ello que los armatostes que ayer reposaban a orillas del mar y dentro de la Unidad de Acería Conox eran contemplados con admiración.
“La llegada de estas piezas da cuenta de que Huachipato tiene una visión de futuro a pesar de la crisis mundial del acero que hay en estos momentos”, analizó Sauré.
La apuesta fue arriesgada. “Estamos flotando y la decisión de hacer esto se tomó antes, hace más de un año y medio”, reconoció Sauré con satisfacción, porque finalmente hay “cierta calma tras la tormenta”, frase que resuena el personal.
Hecho en Chile
Detrás de esta obra de ingeniería está Vapor Industrial. De hecho, es la primera vez que se hacen piezas de este tipo en el territorio, siendo generalmente elaboradas en países europeos.
“Tenemos que agradecer a la Compañía Siderúrgica, de que haya confiado en una empresa nacional para hacer este equipo. Es un hito dentro de la industria metalmecánica de Chile”, aseguró el gerente de operaciones de Vapor Industrial, Mauricio Parraguez.
El representante de la firma también estará a cargo del montaje. El grosor del acero utilizado abarca desde los 60 milímetros hasta los 100.
El mantenimiento será anual y se estima que tendrán una vida útil de no más de 20 años. “Hay que cambiar el otro convertidor y esperemos confíen en nosotros”, adelantó el ejecutivo.
¿Cómo funcionan?
Los aparatos son fundamentales para la Siderúrgica Huachipato, en un proceso altamente mecanizado.
“Son el lugar donde se llevan a cabo el proceso de refinación del arradio, que es la materia prima para hacer el acero”, detalló el jefe de planificación de mantenimiento, Sergio Pereira.
Es así como entre 35 a 40 minutos cada uno de ellos deja a disposición 100 toneladas.
“Hoy día estamos en 24 hornadas al día. Son algo así como 2.400 toneladas al día”, especificó Pereira.
Por lo pronto, en las instalaciones no se para de hablar de esta importante iniciativa. “Es un orgullo para nosotros”, sentenció el jefe de ingeniería de planta, Jean Paul Sauré. Eso sí cauteloso, ya que los negocios siempre así lo ameritan.