Economía y Negocios

Las claves para que una empresa familiar persista en el tiempo

Por: Silvanio Mariani 19 de Octubre 2017
Fotografía: Archivo

Un 78% de las compañías chilenas corresponden a empresas familiares, según un estudio realizado por la Universidad del Desarrollo. Sin embargo, se estima que aproximadamente un 80% de las empresas familiares no traspasa la tercera generación, ya sea por dificultades en el desarrollo del negocio o en el traspaso del patrimonio.

Si bien la empresa familiar es un importante medio de vinculación social y laboral, además de un generador de riqueza e impuestos, un exitoso emprendimiento puede no traspasar a la segunda o tercera generación, aun cuando se haya fortalecido por el esfuerzo directo o indirecto de la familia. Eso debido a que en el núcleo familiar “no siempre se entiende que la participación puede darse en niveles directivos, gerenciales, o técnicos”, afirma Jorge Muñoz, socio de Auditoría, Consultoría & Tax de Kreston MCA en Concepción, que oficialmente llegó a la capital regional para ofrecer servicios de auditoría, impuestos y outsourcing.

Error más común en este tipo de empresa es que “el progenitor exitoso y talentoso no traspasa o enseña a sus hijos el significado del esfuerzo y dedicación, por lo que la segunda generación está desmotivada y desconcentrada”, detalla el experto.

Planificar la sucesión

Por lo mismo, Jorge Muñoz afirma que es indispensable entender cuáles son las motivaciones e intereses personales de los miembros de la familia, para llevar dichos intereses al interior de la empresa y así “identificar las potencialidades de cada uno para integrarlos en la firma y trazar junto con los padres el destino del patrimonio familiar”.

En general, los hijos participan o se integran en la empresa, sin embargo, “no se debe dejar de lado a las hijas, quienes tienen potencialidades, habilidades blandas e inteligencia emocional que no pueden faltar en una empresa exitosa”, enfatiza, sosteniendo que “una vez desarrollado lo anterior se pueden diseñar los mecanismos legales para implementar dichos cambios, resguardando que no tengan impacto tributario”, precisa.

Muñoz explica que “el traspaso patrimonial del padre que ha fortalecido el patrimonio familiar puede verse diezmado por el impuesto de herencia, cuando espera hasta el último minuto para transferir la propiedad empresarial”. Por ello, “una buena asesoría, tanto legal, corporativa, como tributaria, es altamente aconsejable para suavizar los efectos de un cambio de mando y patrimonio”, argumenta.

Por otro lado, “el hecho que la empresa sea familiar impide -en principio- que ingresen capitales no familiares al negocio, lo que también atenta contra el crecimiento y el desarrollo de nuevas ideas o experiencias”, especifica.

Claves para el desarrollo

A su juicio, para fomentar que en Chile las empresas familiares perduren, está pendiente “el acceso a información y apoyo acerca de beneficios estatales, fomento y aporte de capitales de riesgo que no sean expropiatorios para el emprendedor; desarrollo de grupos intermedios que permitan identificar potenciales comunes; una mayor holgura en materia tributaria, incentivos tributarios que estén estrictamente relacionados con inversión en sus empresas; tecnología; desarrollo de procedimientos productivos; investigación y desarrollo, entre otros aspectos”.

En ese sentido, Jorge Muñoz plantea que sería altamente beneficioso pensar en una tasa corporativa de 20% o menos, como en otros países, “donde de alguna manera se iguala la tasa corporativa a la tasa de global complementario que puede llegar a tener el dueño de la empresa, por su participación en la misma”.

Para el caso de las pymes que están evaluando la sucesión, el ejecutivo enfatiza en que éstas deben tener en cuenta la planificación ordenada, sencilla y aceptada por el grupo, ya que puede marcar la diferencia para hacer perdurar la empresa en la familia y, principalmente, que no sea en el último minuto, puesto que “los hijos o nietos que se desentienden de la empresa o que la empobrecen (vendiendo su participación a otros miembros de la familia), dificultan su crecimiento y ponen en riesgo su continuidad”. De hecho, todos los días vemos ejemplos de empresas familiares que desaparecen por no observar estos principios.

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