Economía y Negocios

En tres días parte el plebiscito de la coordinadora No+AFP

Por: Javier Ochoa 26 de Septiembre 2017
Fotografía: Romilio Pasmiño G.

Economistas analizaron los alcances de esta inédita consulta que pide pronunciarse a favor de las aseguradoras o un sistema de reparto solidario.

Se dice que ha sido el mayor logro de la coordinadora No + AFP, entidad que ha convocado a un plebiscito para que los chilenos elijan entre un sistema de reparto, o bien, continuar uno basado en la capitalización individual.

Esto está ocurriendo en momentos que los propios parlamentarios han criticado el hecho que el Gobierno retirara la suma urgencia al trámite legislativo de los proyectos que modifican el sistema de pensiones, produciendo inquietud y molestia entre los parlamentarios oficialistas que conforman las comisiones de Constitución y Trabajo de la Cámara, porque el Ejecutivo no ha fundamentado por qué lo hizo.

En particular, hay cuestionamientos porque el Gobierno decidió retirar la suma urgencia a la Reforma Constitucional que crea el Consejo de Ahorro Colectivo, entidad que de aprobarse, administrará la cotización adicional del 5%, aspecto fundamental de la modificación al sistema de pensiones.

Cabe recordar que la comisión de Constitución de la Cámara debió postergar el trámite de otras iniciativas en virtud de la suma urgencia impuesta por el Ejecutivo a la creación de este consejo, pero una vez despachado el proyecto desde Constitución, en general y en particular, el Gobierno quitó la urgencia y postergó la votación en sala de la Reforma Constitucional, cuestión que a juicio del presidente de la instancia, Fuad Chahín, no ha sido explicada.

El plebiscito

El vocero de la coordinadora, Luis Mesina, reconoció que la organización de un plebiscito nacional exige una movilización y organización realmente importante, que les permitiría reforzar las voluntades en torno al movimiento NO + AFP.

Un plebiscito serio, añadió, exige algunas garantías básicas para asegurar la credibilidad de sus resultados, tales como padrones electorales y observadores nacionales e internacionales independientes.

“El Plebiscito es una apuesta que debemos evaluar permanentemente. La concreción del mismo, siempre dependerá de la capacidad de convencer con las armas de la razón a los que no logran comprender el alcance de este desafío, así como también a  aquellos que legítimamente no lo vislumbran como parte de un proceso movilizador. Ese es el desafío”, apuntó Mesina.

¿Solución de fondo?

El economista del Centro de Estudios de Corbiobio, Ariel Yévenes, sostuvo que la consulta implica el surgimiento de propuestas alternativas a lo existente, lo que, en cualquier caso, demanda un análisis bastante profundo, que exige a lo menos mirar por una parte los cambios demográficos que Chile enfrenta y que tiene en el envejecimiento de la población una de sus principales aristas, a lo que se agrega el incremento en la esperanza de vida que se ha logrado y los niveles de rentabilidad de los ahorros asociados a las inversiones, que también se han visto acotados, con la complejidad que significa esto último.

El economista sostuvo que este aspecto no sólo es un factor que afecta a Chile en particular, sino que constituye un elemento que se ha dado a nivel mundial, conforme incluso a crisis económicas internacionales que cada vez más seguido afectan a la economía mundial, expresó.

No es vinculante

El académico de Ingeniería Comercial, de la Universidad San Sebastián, Javier Irarrázaval, recordó que los resultados de este plebiscito no son vinculantes.

“Hay una serie de diferencias entre ambos sistemas, pero en términos generales, el sistema actual es más flexible que el de reparto (más flexible en el monto del ahorro, en las alternativas de inversión, en la edad de jubilación, en las opciones de recibir los ahorros una vez jubilado, y en la posibilidad de herencia, entre otros aspectos). Esa mayor flexibilidad es reflejo de la mayor libertad que el titular de los ahorros previsionales tiene en un sistema en relación al otro”.

Además, los principales problemas que tiene el sistema actual (baja edad de jubilación, largas lagunas previsionales y bajo porcentaje de cotización) no serían solucionados simplemente por migrar al sistema de reparto, aseguró.

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